Porque el objetivo, tal y como le decía el propio Ramón Regueira a AUTOPOS, es asegurar la viabilidad a futuro de una empresa que ya mantenía buen rumbo antes de la operación. Ha sido la propia deriva del mercado la que ha llevado a AD Cantabria a buscar una alternativa con la que continuar siendo igual de viables. Y había dos opciones: invertir en estructura en una zona que podría resultar compleja para terminar de justificar el desembolso que eso supondría; o buscar integrarse en socio del grupo. Y han optado por la segunda.
Así, surgen sinergias evidentes, aprovechando ahora AD Cantabria el potencial con el que AD Regueira cuenta en sus instalaciones centrales de Arteixo (La Coruña) en áreas como la logística, el márketing o la parcela comercial.
Un movimiento que sirve a unos, AD Cantabria, para asegurar su continuidad; y a otros, AD Regueira, para crecer hacia el este y sumar músculo incorporando a una estructura que ya contaba con 54 puntos de venta y dos almacenes centrales en Lugo, La Coruña, Orense, Pontevedra, León y Asturias, seis puntos más en la región cántabra.