El pasado 2 de agosto, la Comisión Europea aprobó la adquisición de PHE (Autodis) por parte de D’Ieteren… aunque con condiciones. Y es que el organismo comunitario obligaba a la compañía belga a desprenderse de algunos activos para dar luz verde a la operación, entre ellos las redes de talleres especializadas en la sustitución de lunas Mondial Pare-Brise y Glass Auto Service. Una de ellas acaba de pasar a manos de una aseguradora.
El motivo de esta decisión por parte de la Comisión tiene que ver con los riesgos para la libre competencia en el mercado francés, ya que D’Ieteren controla las redes de talleres de lunas Carglass, Safelite y Autoglass, mientras que PHE hacía lo propio con Mondial Pare-Brise y Glass Auto Service. Para el organismo comunitario, la sociedad resultante “combinaría al líder del mercado y socio comercial ineludible para muchas aseguradoras (Carglass) con su competidor más cercano (Mondial Pare-Brise)”. Muchos pájaros en una misma mano.
Para evitar esta concentración, D’Ieteren se vio obligada a poner a la venta las dos marcas en poder de PHE, requisito indispensable para que la operación llegara a buen puerto. Una de ellas, Mondial Pare-Brise, ya ha encontrado comprador, pero lo más llamativo es que ha sido una aseguradora la que se ha llevado el gato al agua: la francesa Macif.
Más de 370 talleres… y muchas preguntas
Según las autoridades francesas de competencia, la operación se ha cerrado por unos 103 millones de euros. A cambio de esa cantidad, Macif pasará a gestionar una red de talleres que cuenta con 113 sucursales, 260 franquiciados y más de 400 empleados. El año pasado el volumen de negocio de la red alcanzó los 146 millones de euros, incluyendo los resultados de las franquicias.
La aseguradora señala que con esta compra se hace con “una gran palanca para controlar la cadena de valor de la posventa de automoción y así actuar contra el aumento del coste de las reparaciones y, por tanto, de las tarifas de los seguros de automóviles”.
Declaraciones significativas y que no esconden el interés de la compañía por tener un mayor control sobre la factura que paga en el taller. La pregunta es lógica: ¿Cómo afectará esta dinámica el resto del mercado? ¿Y a la propia red comprada? Será interesante comprobar el desarrollo de un movimiento que en compañías competidoras ya miran con preocupación, ya que la aseguradora Macif, un operador importante del mercado francés, pasa a ser juez y parte en una parte importante del pastel.
Y ya no sólo es que traten de derivar el trabajo a sus concertados, eso es lo que ya se conoce… es que serán sus talleres quienes reparen los vehículos. ¿La seguridad será lo primero? ¿Por encima del coste? Y más: ¿Hasta qué punto los reparadores tendrán elección para decidir sus proveedores? ¿Qué implicaciones tendrá este movimiento para sus talleres franquiciados?
Merecerá la pena seguir este movimiento…