Los talleres de reparación de automóviles de España tienen delante de sí un problema sustancial: la falta de profesionales cualificados y de mano de obra para sus talleres. Concretamente, en el caso de los talleres de Asturias, Aspa, la Asociación del Automóvil asturiana, prevé que “en un año o año y medio” el Principado de Asturias se enfrentará al cierre de ”400 empresas” en este segmento de actividad. En su opinión, en esto ha influido el abuso al que se ven sometidos los talleres por las gestiones de las aseguradoras y al aumento constante de los costes de energía.
Para Rogelio Cuesta, presidente de Aspa, el problema de la falta de profesionales debe resolverse de forma urgente. En este contexto ha explicado que desde la Confederación Española de Talleres de Reparación de Automóviles y Afines se han planteado llevar a cabo «nuevos sistemas de contratación de profesionales, incluso de fuera de Europa».
Las cifras oficiales desvelan que en el Principado hay cerca de un millar de talleres de coches censados, mientras que en el total de España este número asciende, aproximadamente, hasta los 44.700 talleres. Esto supone una facturación total de unos 12.300 millones de euros.
En este contexto, Cuesta afirma que “hay muy pocos chavales, no se cubren los ciclos de FP y los que salen no lo hacen con la cualificación suficiente” y cree que la falta de profesionales especializados en chapa, electrónica y pintura «es enorme» en la región.
Asimismo, lamenta que las autoridades tampoco tomen cartas en el asunto, ya que, desde hace años, la patronal que preside ha mantenido diferentes «reuniones con el Ministerio y consejerías» pero sin llegar a soluciones.
Respecto a las necesidades de los talleres, Rogelio Cuesta calcula que “seguramente en carrocería se necesita un centenar de profesionales. En mecánica y electrónica más de 100, incluso”. Y propone que «si hubiera una carrera intermedia, el sector del automóvil en España generaría como mínimo 2.000 puestos de trabajo al año».
Con la intención de paliar este mal del sector de la reparación en Asturias, Aspa anunciaba a finales del año pasado, su intención de impartir cursos privados de FP en su centro de formación de Olloniego. Sin embargo, el presidente de Aspa lamenta el poco interés hacia la iniciativa: “No hay buena predisposición. Nos ofrecen colaboración publico privada de empresas del sector con la FP, aportando nosotros en las inversiones y orientando ellos la formación”, explicaba al medio.
A ello se le añade que los cursos de FP no están adaptados a las labores que hoy en día se demandan en los talleres ni aportan la cualificación que deberían. Así lo opinan los dueños de talleres en el Principado. Cuesta, también considera que son unos ciclos formativos “válidos para el 2000 o 2005”. Pero el problema no solo lo encuentra en los contenidos, sino también en los docentes “es importante el reciclaje de los profesionales que imparten formación”.
La tormenta perfecta
Adecco citaba en un informe publicado recientemente que, en general, el perfil profesional de electromecánico es uno de los más demandados en seis de las 17 comunidades autónomas de España. Y concretamente, también lo es en Asturias.
El portavoz de la patronal regional apuntaba que para acceder a un puesto de «electromecánico necesitas una formación y preparación alta» al margen de la experiencia y el aprendizaje sobre el terreno. “El 80% de talleres de la región» necesitarían un electromecánico con una carrera superior”, explicaba Cuesta.
Pero la falta de profesionales cualificados no es el único problema. Por si este fuera poco, también deben hacer frente a las condiciones abusivas de las aseguradoras: “El mayor problema de los talleres de carrocería, con el que llevan años peleando, son las compañías aseguradoras”, apuntaba Rogelio Cuesta.
De hecho, las quejas del sector ya han llegado incluso al Parlamento Europeo, explicaba Cuesta, por cuestiones que tienen que ver con la supuesta fijación de precios sin tener en cuenta lo establecido por los talleres; las tasaciones de tiempo y coste de los materiales de las reparaciones o la imposición de proveedores, entre otros asuntos.
Esto unido al «precio de las energías» invita a sospechar que en Asturias “si no se solucionan estos problemas, pueden desaparecer 400 empresas de aquí a un año o año y medio”.