Un taller con un fondo de comercio potente, que en 2022 realizó más de 2.000 intervenciones sobre cerca de 1.500 vehículos, con 23 trabajadores y dos centros entre los que suma 3.500 metros construidos más otros 1.500 de parcela… cierra. Se trata de Grupo Robledo, un gigante en Cantabria (talleres en Barrios y Santander) con cincuenta años de historia, que cesará su actividad de forma definitiva en las próximas semanas. La Comunidad del Taller habla con su gerente, Luis Fernando Robledo, para conocer los motivos. Y dan para reflexionar.
Se trata de un cierre ordenado, de hecho han acordado ya el pago de las indemnizaciones a sus trabajadores y cuando se produzca el cierre estarán al día con los pagos pendientes con sus proveedores.
El negocio no pasaba por un momento especialmente complejo en términos económicos y el trabajo no faltaba: “Llevamos algo más de dos semanas sin aceptar vehículos y aún tenemos trabajo hasta que cerremos de forma definitiva. Durante este tiempo hemos dicho que no a más de 150 vehículos”.
Pero su gerente ha dicho basta: “No me compensaba seguir luchando, llevo años bastante harto”, confiesa. Y habla de los permanentes conflictos con las aseguradoras: “Que además no tienen visos de mejora sino todo lo contrario: algunas compañías están perdiendo dinero en su negocio de ‘autos’ y no son pocos los peritos que me ha confesado que están recibiendo muchas presiones por parte de las aseguradoras para reducir aún más sus ratios, que nos tienen que presionar más”.
En enero de 2022, Luis Fernando Robledo denunciaba en una carta publicada en exclusiva por La Comunidad del Taller la situación que vivía con Mapfre: ‘Después de ser treinta años concertados dejaremos de serlo’, decían. En el escrito –que puedes leer pinchando aquí– hablaban de las presiones sufridas. Pero ni siquiera el deterioro de la relación con la que durante muchos años ha sido una de las principales compañías colaboradoras del taller cántabro, ha tenido que ver con el cierre: “El volumen que dejamos de recibir por dejar de ser concertado con Mapfre lo paliamos a través de un acuerdo que alcanzamos con MGS”. Sencillamente, se ha cansado…
Y se suma esta causa a otra realmente grave en torno al déficit de relevo generacional en el sector: “Este año dos de mis oficiales de pintura me pedían la jubilación anticipada con un contrato de relevo, pero lo cierto es que resulta imposible encontrar profesionales cualificados para cubrir estas bajas”. Una situación que no ha sido la única en relación a los recursos humanos con los que contaba en el taller -aunque sí quizá la que más daño hacía al negocio por su impacto directo en un breve periodo de tiempo- y que terminaban por hacer reflexionar al empresario cántabro.
A sus 59 años, se jubila: “No encuentro motivos ya para seguir peleando en el taller, estoy bastante harto. Y aunque el negocio funcionaba bien, mi situación me permite poder dejar el negocio para dedicar mi tiempo a otras cosas que creo que, ahora, merecen mucho más mi atención”.
Sin relevo generacional, cerrará en los próximos días. De si está abierto a la venta del negocio, la respuesta es sí: “Dejaremos las naves equipadas tal y como están durante al menos el próximo año. Si alguien con ganas de invertir llega con una oferta, estaremos encantados de hablarlo”.
Por ahora, sin embargo, la noticia es que cierra un histórico del sector en España.