La suciedad no sólo puede suponer un problema estético sino que también puede afectar directamente al estado general de chapa y pintura de nuestro vehículo.
Por esta razón, según Alvato Luxury Detailing – centro de lavado de vehículos- existen algunos ejemplos de cómo la suciedad puede convertirse en un problema serio si no se actúa a tiempo:
– No limpiar el coche con regularidad supone la acumulación de polvo y suciedad que deriva en la pérdida de brillo de la pintura. La frecuencia de lavado no debería ser superior a las tres semanas y, si quieres evitar posibles rozones en la carrocería, mejor a mano.
– Emplear productos de limpieza no adecuados a la superficie es una práctica errónea ya que productos como los de lavavajillas son muy agresivos y dañinos para la pintura.
– Aparcar el coche bajo un árbol o en zona de muchos árboles. A veces, por encontrar la sombra o porque no queda más opción se busca sitio para aparcar en lugares con árboles en la acera. Existen determinados árboles que producen resina y dañan la pintura del vehículo, además del polen que se queda pegado o los excrementos de pájaros que anidan en las ramas.
– Asimismo, en invierno existen factores de suciedad que perjudican la carrocería del coche: la sal que se echa en la carretera en invierno es corrosiva y poco generosa con el cuidado de la pintura, y el barro y la arena que se forma con las nieves o en lugares cercanos al campo también tienen un efecto negativo sobre la carrocería.
Tras estos cuatro ejemplos, el centro de lavado de vehículos ofrece unos consejos con respecto a este tema: debe hacerse una limpieza pautada del coche con productos eco-friendly y que sean preventivos de la suciedad; que dicha limpieza no pase de las tres semanas y que en cualquier caso se tenga cuidado con los lugares de aparcamiento y, en caso de pasar por carreteras con mucha suciedad, tratar el lavado del vehículo lo antes posible