La Policía Local de Alaquàs ha desarticulado un taller clandestino que operaba a puerta cerrada y sin rotulación, ubicado en el polígono de Bovalar. De modo que, con esta intervención, los efectivos de la Policía Local -en una operación coordinada con la Inspección de Trabajo, la Brigada de Extranjería de Policía Nacional y la Unidad Adscrita de Policía Autonómica- han cerrado el tercer taller ilegal de la localidad en los últimos años, según recoge el digital Levante-El Mercantil Valenciano.
Durante la intervención, los agentes constataron diversas irregularidades cometidas por el centro de reparación. Para empezar, operaba a puerta cerrada y sin rotulación exterior que identificara el desempeño de la actividad.
Asimismo, corroboraron que ninguno de los trabajadores que se encontraba en la nave -además de no cumplir con las medidas preventivas para hacer frente al coronavirus- estaba dado de alta en la Seguridad Social, así como trabajaban en un entorno laboral que no disponía de ventilación ni de las normas de seguridad básicas como la falta de medidas antiincendios, con el peligro que todo esto representa para la salud de los empleados, especialmente en caso de accidentes.
Además, en el interior del establecimiento, se encontraron gran cantidad de piezas de gran tamaño con cableado eléctrico al aire, así como se detectaron distintas infracciones en materia medioambiental. El taller clandestino tampoco estaba dado de alta en Industria, ni contaba con la licencia municipal.
A todo esto, se añade el hecho de que los trabajadores del taller no contaban con una acreditación sobre su formación como profesionales de la reparación.