Al parecer, el detenido podría haberse apropiado de pequeñas cantidades de dinero en cada cobro. No entregaba el ticket a los clientes y en caso de que alguno se diera cuenta de lo que sucedía, se las apañaba para que nada quedara al descubierto.
El objetivo del presunto estafador eran fundamentalmente personas de avanzada edad, mujeres y extranjeros.
Se hizo con cerca de 500 euros en dos meses. La empresa encargada de la estación de ITV fue la que interpuso la denuncia contra su por entonces trabajador, que ya ha sido puesto a disposición judicial.