La Audiencia de Gerona ha juzgado en Lloret de Mar, Gerona, a un mecánico acusado de vender el coche de un cliente en 2017. En el banquillo se encontraban el acusado, que alegó que el cliente fue quien le vendió el coche y que después lo vendió porque “necesitaba el dinero”, y un segundo hombre, el intermediario de la venta y al que el mecánico acusa de revender el vehículo.
Los hechos ocurrieron en 2017. La víctima explicó ante el tribunal que llevó el coche al mecánico porque necesitaba varias reparaciones, pero cuando lo fue a recoger el “estafador” le dijo que lo había vendido porque necesitaba dinero. De lo contrario, el mecánico negaba que se hubiera quedado el vehículo y aseguró que el cliente se lo vendió, además de que le envió la documentación por Whatsapp. De de hecho, su defensa aportó los mensajes como prueba documental de la venta y la víctima reconoció los mensajes pero aseguró que eran de una compraventa anterior. También le enseñaron el contrato que habría firmado por el vehículo, pero aseguró que él no había firmado “nada”, que la firma que aparecía no era la suya y que ni siquiera se parecía.
En cuanto al vehículo, en estos momentos, está en manos del comprador en calidad de depositario, pendiente de la resolución judicial.
Por estos hechos, el Ministerio Público pide al mecánico un total de dos años de cárcel por un delito de apropiación indebida. El segundo procesado se enfrenta a un delito de receptación, un delito de estafa y un delito de falsificación de documento mercantil, por los que suma una petición de pena de siete años de cárcel, los gastos del juicio y una indemnización de 1.000 euros.
La defensa de ambos niega la tesis del fiscal y pide la absolución de todos los cargos. Tras la vista oral, el juicio se encuentra visto para sentencia.