A partir del 1 de enero de 2023 todas las localidades de España con más de 50.000 habitantes deberán tener habilitada una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) por las que no podrán pasar determinados vehículos debido a sus emisiones.
Sin embargo, a pesar de esta norma, tres de cada cuatro conductores aseguran que no cambiarían de coche; y a pesar de que a partir de 2050 se pretende que no haya vehículos de combustión en el parque, la mayoría de los usuarios se decantarían por un coche de combustión si tuvieran que comprarse uno.
Así se desprende de un estudio realizado por coches.net. El 30,4% de los encuestados con coche de etiqueta ‘C’ y el 28% con etiqueta B, no se plantea cambiar su forma de movilidad actual porque las ZBE no le afectan. De lo contrario, uno de cada diez conductores con coche sin etiqueta, tampoco lo haría porque suele desplazarse a zonas con menos de 50.000 habitantes.
Asimismo, cerca de siete de cada diez conductores que se plantean cambiar de vehículo, el 65%, optarían por un modelo de coche de combustión, mientras que sólo un 16% lo haría por un eléctrico.
En cuanto a los que dicen que sí se plantean cambiar la forma en que se mueven por la ciudad, casi 7 de cada 10, al 66%, le gustaría hacerlo por un coche con etiqueta compatible. La moto (14%) y el transporte público (9,7%) son las otras dos grandes alternativas para circular en estos municipios, mientras que opciones como la bicicleta o el ‘car sharing’ resultan casi residuales.