A mí las cuentas últimamente no me salen. A ver si alguien me ayuda. En 2022 los precios de los neumáticos y los recambios acumularon subidas históricas, como nunca antes: por encima del 12%. Nada menos que 27 meses de incrementos continuados en algunos productos. Sin embargo, la factura en el taller crecía poco, por debajo incluso del IPC, terminando por no alcanzar siquiera un 5%. No me salen las cuentas.
Yo sólo tengo una explicación.
Y es que si los recambios suben de manera estratosférica -de manera casi siempre justificada, todo sea dicho, porque el contexto global es muy complejo y afecta a todos los sectores- y la factura del taller lo hace por debajo del IPC, de algún modo se está sosteniendo ese incremento.
¿Cómo? Pues me temo que conteniendo la mano de obra.
Yendo al cálculo del coste/hora -para ello debemos empezar por imputar todos los gastos de estructura-… no me salen las cuentas. Y sin entrar en casos particulares, si el coste de la energía ha subido tanto durante los últimos meses, igual que los alquileres, los seguros, las formaciones… Si los sueldos se han incrementado, conociéndose por ejemplo durante los últimos días las importantes subidas de las tablas salariales en algunas provincias como Madrid (+4,1%), Tenerife (+6,87%) o Valencia (+4,2%)… ¿Cómo puede ser que la factura del taller crezca por debajo del IPC?
¿Cuántos negocios de reparación han incrementado su mano de obra en 2023? Pocos. ¿Cuántos la conocen? Espero que cada día más, pero pocos.
No es una crítica -o al menos no sólo-, es sobre todo una llamada a la reflexión.
En enero el sector del taller fue el que más concursos de acreedores presentó. Y son cifras gruesas, pero es cierto que la rentabilidad no se mira lo suficiente. Facturar está bien, tener el taller hasta arriba de coches está bien… Pero, ¿cuánto dinero ganas? Eso es lo que importa.
Y cuidado porque las cifras auguran incrementos de facturación -por efecto de la inflación- pero por el momento con un volumen de reparaciones -el trabajo que nos llega- sostenido. Las previsiones de GiPA dicen que 2023 terminará con una subida de un 3,5% en los euros facturados, pero con un tímido +0,8% en las operaciones realizadas.
En términos globales no habrá mucho más trabajo, así que cuidado con perder el que se tiene -es el momento de formarse y tratar de preparar el negocio para los coches que vienen-. Y saquemos mayor rentabilidad a lo que nos entra por la puerta.
Insisto, no es crítica. Es reflexión.
Todo sube… ¿por qué el precio de tu trabajo sigue estable? ¿Por qué reducir el impacto de la inflación, que tú también sufres en tu negocio y en tu vida privada, restando valor a tu mano de obra, que es tu mayor valor? ¿Por qué no sube el precio de lo único que controlas?
Para un momento: haz números. Si todo está bien, sigue por donde vas. Si no, toma decisiones.
Y sí, sé que en los talleres de carrocería, por su relación con las aseguradoras, cobrar lo que se debe cobrar, es más complicado aún. Pero conocer el coste de su trabajo seguramente sea el inicio para saber de dónde partir en la negociación con las compañías, por un lado; y para empezar a decir que no, por otro. Sin información, vamos a ciegas.
Cuál sería la mejor forma para hacer contacto contigo..
Hola.
El que hace un estudio de coste real de MO/Hora se queda alucinado (me incluyo, no te esperas ese coste) que es muy barato, irrisorio diria yo incluso, pero te abre los ojos y te das cuenta de que hay que hacerlo, subir el precio para al menos mitigar esa sangria de dinero que se va con un precio bajo.