La Comisión de Fabricantes de Neumáticos del Consorcio del Caucho incide en la importancia que tiene circular con una adecuada presión en las cubiertas de los neumáticos, y que a la vez es necesario sustituir las cubiertas cuando su nivel de desgaste supera el límite marcado por la ley.
En previsión de los grandes desplazamientos por carretera de cara a la ‘operación salida’, los fabricantes de neumáticos que se agrupan bajo esta entidad quieren recordar a los conductores que, el 61% de los incidentes que se producen en vehículos de más de 10 años, mal mantenidos, están relacionados con el desgaste excesivo de los neumáticos. Mientras que alrededor del 23% de los accidentes relacionados con los neumáticos se deben a un ‘reventón’ o a la pérdida de una rueda mientras se circula.
En relación a los accidentes relacionados con el desgaste de estos elementos del automóvil, el Director del Consorcio del Caucho, José Luis Rodríguez, comentó: “No sorprende, por lo tanto, pero sí nos preocupa, que cerca del 40% de los automovilistas españoles, independientemente de la edad del coche que conducen, confiesan desconocer cuándo hay que cambiar las cubiertas, según datos recientes de una macroencuesta realizada entre conductores en nuestro país”.
Para concienciar a los conductores la Comisión de Fabricantes de Neumáticos del Consorcio del Caucho ofrece unas recomendaciones básicas que ayudarán al automovilista a circular con una presión y niveles de desgaste adecuados en sus neumáticos. Estos consejos quieren concienciar a los conductores para que no tomen precauciones sólo de cara a los desplazamientos vacacionales, sino también durante todo el año.
Conducir de forma segura y eficiente con unos neumáticos a punto
- Es necesario por tanto, según la comisión, revisar si los neumáticos del coche tienen la presión aconsejada por el fabricante del automóvil, es una operación de mantenimiento en frío, y siempre antes de emprender un largo viaje o con plena carga, este ejercicio de mantenimiento que debemos realizar una vez cada mes, según la comisión, resulta sencillo y rentable en términos de seguridad y consumo de combustible.
- El usuario puede consultar la presión recomendada por el fabricante de su automóvil en el propio manual de mantenimiento del vehículo, en la puerta del conductor o en la propia tapa del depósito de combustible. Lo normal es que encuentre dos valores: uno para condiciones ‘normales’ de conducción y otro para cuando circule a plena carga, es decir, con cuatro pasajeros o el maletero lleno.
- Circular con una presión inadecuada modifica las características del neumático y su eficiencia. Si la presión es inferior a la recomendada, los neumáticos pierden adherencia, haciéndose perceptible una sensación de ‘flaneo’ en las curvas, algo que incrementa el riesgo de sufrir un reventón o un ‘desllantado’. Por el contrario, circular con una presión excesiva incrementa el riesgo de ‘reventón por impacto’. Asimismo, serán necesarios más metros para detener el vehículo, ya que una presión inferior a la recomendada en los neumáticos, al igual que con una presión excesiva, incrementará la distancia de frenado y el consumo de combustible, ya que la resistencia a la rodadura será mayor. En cualquiera de los dos casos, circular con una presión deficiente en los neumáticos hace que el desgaste de las cubiertas sea irregular.
- Desde la comisión también destacan, que al circular sobre superficies mojadas con unos neumáticos con paga presión corremos el riesgo de que se produzca el efecto ‘aquaplaning’, esto quiere decir que las ruedas pierden el contacto con el suelo, debido a su incapacidad para evacuar el líquido por el mal contacto de las cubiertas con el asfalto.
Vigilar el mínimo legal de desgaste
- Al igual que el nivel de inflado de los neumáticos, es necesario revisar con frecuencia el estado de desgaste de las cubiertas y la profundidad de su dibujo, cuyo mínimo legal no debe ser inferior a 1,6 milímetros. Por ello, la Comisión de Fabricantes de Neumáticos del Consorcio del Caucho recomienda al automovilista prestar especial atención en sus revisiones visuales a otros eventuales síntomas de un neumático en mal estado como, deformaciones o desgastes extraños que pueden estar advirtiéndonos de un problema mecánico de otra naturaleza (como una mala suspensión por deterioro de los amortiguadores, una alineación incorrecta de las ruedas o un inflado incorrecto).
- Es indispensable por estas razones pedir opinión, al menos una vez al año, sobre el estado de los neumáticos al especialista de nuestro taller de confianza, sobre todo si estos llevan instalados más de cuatro años, y siempre que la distancia recorrida al año no supere los 14.000 kilómetros. Si la distancia recorrida al año es mayor es recomendable hacerlo con más frecuencia.