Y hablaba de la formación dual -aquella en la que la formación teórica se combina con la práctica en negocios del sector- como principal herramienta para garantizar la llegada de jóvenes formados a los talleres y de la figura del aprendiz como un elemento necesario que lamentablemente, decía, «se ha perdido».
«El de la automoción ha sido siempre un sector atractivo para los jóvenes, pero no se está sabiendo impulsar la llegada de éstos de forma eficaz a las empresas», decía Fontán: «El nuestro es un sector capaz de ofrecer un empleo de calidad, estable, en el que cerca del 95% de los contratos de trabajo son fijos, y que necesita urgentemente la llegada de jóvenes cualificados».
Lamentaba sin embargo que actualmente no se incentive desde la administración este proceso por la vía de las ayudas fiscales o similares: «Hoy en día el coste de contratar a una persona que acaba de llegar al sector es inasumible para las empresas. Deberíamos ayudar al empresario que ofrece y necesita ese empleo, que de algún modo apuesta por la formación de ese joven durante sus primeros años, y de ese modo fomentar la llegada de estas personas que serán el futuro del sector».
Grades palabras, esperemos que así sea