Parece que cada vez está más cerca el principio del fin de la venta de vehículos de combustión en Europa. Este año se aprobará (o no) el paquete de medidas que presentó la Comisión Europea en 2021 por el que se prohíbe la venta de vehículos diésel y gasolina a partir de 2035. Un período, por cierto, cinco años anterior de lo que España había fijado en su política nacional de descarbonización para 2040 y al que deberá adaptarse.
Esta medida, si bien se toma a favor de la movilidad sostenible, pondrá fin a la venta de los diésel, gasolina y afectará, en general, a todos los vehículos con motor térmico, también los híbridos, híbridos enchufables y los propulsados por gas (GLP y GNC). No obstante, cabe recalcar que estos tipos de vehículos podrán seguir circulando por las carreteras españolas y seguirán formando parte del parque de vehículos, pues por ahora representan la mayoría de él.
Aunque no está todo dicho aún. La medida que prohibición de la venta de vehículos de combustión ha sido aprobada por la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo (ENVI), pero todavía debe ser ratificada por el plenario del Parlamento Europeo. No obstante, lo cierto es que se espera que la medida salga adelante, pues este organismo no suele contrariar las resoluciones de los eurodiputados de la Comisión.
Más límites y prohibiciones
La reunión de la Comisión ha dado para más. El órgano ejecutivo también ha decidido prohibir los coches que usan e-fuels como combustible, algo que perjudica a las marcas que habían orientado sus motores de combustión hacia este tipo de combustible sintético -que es capaz de emitir hasta un 85% de emisiones de CO2 menos que la gasolina tradicional-.
Por otro lado, ahora también se propone para el 2025 que los turismos reduzcan un 20% sus emisiones, un 5% más de lo que se estipulaba en 2021. Este no es el caso de las furgonetas y vehículos comerciales, cuya reducción de emisiones se mantiene en el 15%.
Un respiro para las compañías…
Sin embargo, ha fracasado la propuesta que establecía los límites intermedios de emisiones más restrictivos en una primera fase en 2027 y una segunda en 2030. En este sentido, las compañías pueden dar un respiro a la hora de reducir las emisiones de los vehículos.