Datos de la primera edición del Estudio Anual ‘Acelerando el cambio’ elaborado por Coches.com, refleja que el gasto de los conductores en vehículos nuevos y de ocasión es ahora 11.511 millones de euros inferior que en 2019. Los coches nuevos y los más viejos son un 20% más caros ahora que en 2019.
Si desglosamos ambos grupos de vehículos se observa que desde enero de 2019 el gasto de los particulares se ha reducido en 8.763 millones de euros en el caso de los vehículos nuevos y en 2.748 millones de euros en el caso de los vehículos de ocasión.
Gerardo Cabañas, el director general de Coches.com, cree que esto se debe a la pandemia y a la crisis de componentes. Concretamente, tal y como ha puntualizado el directivo, la pérdida de mercado de los vehículos de segunda mano se concentró únicamente en los meses del confinamiento, mientras que en el caso de vehículos nuevos se ha visto “muy afectado” por ambas crisis, hasta acumular una pérdida cercana a los 9.000 millones de euros.
Los compradores todavía tienen interés en comprar vehículos
Pero estos datos contrastan con las búsquedas en Internet. Las relacionadas con marcas de coches nuevos se han mantenido con respecto a 2019, lo que demuestra que el interés de los compradores permanece, a pesar la situación económica actual. En el caso de los vehículos de segunda mano las búsquedas aumentaron un 41% respecto a 2019.
“Vamos encadenando una crisis tras otra. Cuando parecía que pasaba la crisis de la Covid-19, llegó la crisis de los chips. Gran parte de los pedidos se habían desplazado y atravesamos un año largo de no poder fabricar al ritmo deseado. Los fabricantes apuntaban que en la segunda mitad de 2022 comenzarían a resolverse los problemas de suministro, pero la guerra en Ucrania retrasa esa recuperación industrial a 2023”, ha explicado Cabañas.
Menos stock de segunda mano y subida de precios
El estudio indica que la crisis de los componentes ha triplicado los tiempos máximos de entrega de vehículos nuevos. Estos tiempos han pasado de los tres a los nueve meses. Además el stock de vehículos de ocasión se ha reducido un 22% en los últimos diez meses.
Asimismo, el mercado es ahora más líquido y los coches de segunda mano se venden más rápido que hace un año. De hecho, el porcentaje de coches que se venden en menos de siete días ha crecido un 34%.
La reducción del stock ha aumentado el envejecimiento del parque móvil, -de 10,9 años de media-, y también los precios de vehículos nuevos y de ocasión. Los coches nuevos y los más viejos son los que más se han encarecido, escalando hasta un 20% más respecto a los precios marcados en 2019.
En términos geográficos, los precios más altos se sitúan en Asturias, seguida de Castilla y León, Cantabria y Galicia. Los más bajos, en las Islas Canarias, Madrid y Aragón.
El estudio también refleja la posición que ocupan los electrificados en el mercado español: las ventas de este tipo de vehículos a particulares han crecido un 173% en los últimos cuatro años, concentrándose sobre todo en Navarra, Cataluña, La Rioja y Castilla y León. “Estos vehículos tienen un enorme potencial en las ventas de segunda mano y no tardaremos mucho en comprobar los efectos de su irrupción en el mercado”, ha apuntado Cabañas.
No hay coches fabricados, los precios suben, los vehículos usados tienen más demanda y también suben: es normal que se gaste menos.
Al menos a nivel de talleres mecánicos se supone que la cifra de negocio aumentará, dado que se alarga la vida de los vehículos y con ello las reparaciones.