Ya hace unos años, con la crisis económica entre 2008 y 2014, los talleres ilegales se dispararon en España. Esta situación fue el impulso para que muchos mecánicos en paro o simples usuarios a los que les gustaba la mecánica “repararan” coches en garajes, en sus casas… Con el aumento de la inflación y la falta de materias primas, los empresarios del sector y asociaciones como Adeabur, patronal de talleres de Burgos, temen que los ilegales vuelvan a crecer.
Adeabur ya ha denunciado ante la Policía Local la presencia de talleres clandestinos y por su parte, la Unidad Administrativa, UPAD, ha aumentado las inspecciones contra estas prácticas ilegales. De esta manera se han detectado en Burgos unas cuarenta naves y garajes en los que se llevaban a cabo estas prácticas ilegales, según ha informado el Diario de Burgos.
El secretario general de Adeabur, Gabriel Martínez, afirma que dar con los talleres ilegales no es una tarea difícil: “Me he llegado a encontrar tarjetas de gente que no estaba dada de alta en tablones de anuncios de bares de los polígonos”, explicaba Martínez. Pero no solo eso, sino que también es frecuente escuchar “rumores porque la manera que consiguen clientes es, principalmente, el boca a boca”, señalaba.
No obstante, a pesar de que en muchas ocasiones estos talleres ilegales no se esconden, acabar con ellos es difícil porque a veces ofrecen servicios a domicilio, es decir, se desplazan hasta la casa de sus clientes y allí hacen las reparaciones. En esta línea, la patronal confirma que la Policía Local ha detectado garajes particulares de chalés adosados e incluso de edificios comunitarios y que, en alguna ocasión, un accidente, como incendios en estas localizaciones, son las que destapan estas actividades irregulares.