“La sostenibilidad es mucho más que electrificación”. Es una de las principales ideas que pudieron extraerse del coloquio que se encuadró en el Global Mobility Call, y que estuvo protagonizado por Rafael Westinner (Mckinsey & Company), Kersten Heineke (Mckinsey Center for Future Mobility), Pedro Mur (NTT Data), Andrés Manuel Guevara de la Vega (BP Energía España) y Mariella Minutolo (Bosch GMBH). “Puede ser la solución para algunos sectores, pero no para todos”, afirmaba Mur (NTT Data) sobre la electrificación de la movilidad. De hecho, continuaba: “Si hay variedad de combustibles, será más fácil proveer de soluciones y afrontar la incertidumbre de cuál será la forma y tecnología que prevalezca”.
Los protagonistas de la mesa redonda también incidieron en otras ideas, como que “los datos desempeñan un papel fundamental durante el ciclo de vida de la movilidad” y que “el paso de una movilidad basada en los combustibles fósiles a una más verde dará más oportunidades”. De hecho, este nuevo panorama está sacando a la luz “nuevas opciones, que no había antes y que nunca creímos que pudieran existir”, que pueden beneficiar a Europa en general y a España en particular, señalaba Mur (NTT Data), aunque para ello habría que “dirigir las inversiones para sacar beneficio a los sacrificios”.
Y es que para que la nueva movilidad se implante, los datos y el software de los vehículos juegan un papel importante, aunque también debe adaptarse a ellos el ecosistema que los rodea. Esto incentiva la inversión digital, para conseguir un sistema de recogida de datos que permita, por ejemplo, conocer la etapa de desarrollo de los eléctricos, predecir dónde ubicar los puntos de carga, analizar los datos que hay alrededor de ellos… La idea es que “todos los datos y la tecnología conformen un sistema integrado, que permita que los vehículos y el ecosistema encajen entre sí. Pero también que involucren a todas las etapas del proceso y permitan a los consumidores acceder a este tipo de vehículos”, señalaba Minutolo (Bosch GMBH).
Nuevas oportunidades a aprovechar
Este panorama también dará nuevas oportunidades al sector privado y al sector público: las empresas del primero “deberán invertir para ser parte de la plataforma e intervenir en el B2B, porque hay muchas oportunidades para formar parte de los datos”. El sector público, por su parte, deberá ayudar a que muchas empresas cambien su sistema de transporte, ya que, “esto es una oportunidad de movernos de la movilidad como servicio a la movilidad como demanda, y surgirán nuevo modelos de negocio”, explicaban.
Pero, advertía Mur (NTT Data), que, más allá de esto, las empresas “deberán preguntarse qué papel quieren desempeñar en el ecosistema, y cómo van a invertir el dinero, o de lo contrario perderán oportunidades”. Y es que, a pesar de las conveniencias, los expertos preveían que iban a llegar tiempos “difíciles” para las empresas porque esta nueva movilidad “complica su lucha para generar talento, impone nuevas normas en su forma de competir” y plantea una serie de desafíos, muchos de ellos relacionados con el coste, “que va a ser fundamental respecto al carácter disruptivo”.
Sin embargo, todos ellos compartían que “la clave” para alcanzar los objetivos de movilidad sostenible es la “colaboración”: “La colaboración es imprescindible. No hay una unidad industrial que pueda hacerlo todo sola (fabricación de coches, infraestructura, financiación…), deben colaborar todas”.
Una legislación que acompañe
Para Minutolo (Bosch GMBH) es importante que Europa elabore un marco legislativo que apoye al vehículo eléctrico, y es que a pesar de que la electrificación se irá haciendo hueco, “todavía vamos a tener muchos vehículos contaminantes en la carretera”. Asimismo, cree que se necesitan infraestructuras de recarga, no solo para los eléctricos privados, sino también para los vehículos destinados al transporte de mercancías y personas, que también aportan emisiones contaminantes. Asimismo, discrepaba con la forma que tiene Europa de legislar, pues cree que más allá “de prohibir tanto, debería discutir más sobre este asunto”.
Heineke (Mckinsey) aportaba su punto de vista en esta línea: “Necesitamos más soluciones creativas de infraestructura de carga; una legislación que apoye la evolución de la tecnología; un cargador que funcione y evolucione; que las empresas tengan el apoyo de las instituciones y que haya coordinación entre los actores que ofrecen el servicio y los que legislan a nivel europeo y local”, advertía.
Además no se olvidaron de mencionar que la nueva movilidad, más allá de cumplir con la sostenibilidad, debe ser segura y un asunto que interese a los usuarios, a la vez que debe enfrentarse a una serie de retos, como son el cambio climático; la digitalización y gestión de la tecnología; aspectos sociales como la accesibilidad y la incertidumbre y la falta de pedagogía de los usuarios en este ámbito.