Los componentes electrónicos que controlan los sistemas de seguridad de los vehículos cada vez están más presentes. Es por eso que las ITV llevan un tiempo dando pasos para diagnosticar posibles fallos en la electrónica de los coches; fallos que hasta ahora podrían permanecer ocultos. Es un paso importante también para los talleres. Por dos razones: tendrán que tener en cuenta estos diagnósticos en las operaciones pre-ITV que realicen y podrán recibir en el taller vehículos por fallos que hasta ahora no se estaban diagnosticando en las revisiones (el caso de sistemas como el ABS o los airbag, que hoy se comprueban visualmente en las estaciones ITV).
Pues bien, en ese objetivo que persiguen las ITV, su patronal (Aeca-ITV), en colaboración con la de los fabricantes de equipos (Afiba), han dado nuevos pasos.
Doce empresas del sector de las ITV llevan desde el pasado mes de marzo (un año, vamos) haciendo pruebas. Afiba les cedió (prestadas) a cada una de las estaciones tres equipos para que realizasen las comprobaciones que considerasen necesarias. A final, sobre los diez modelos más vendidos en España, hicieron un total de 2.400 ensayos. Aún está por ver en qué queda el asunto, pero los primeros pasos están dados y las primeras pruebas, hechas.