Frecuentemente se asume equivocadamente que durante la revisión periódica del coche no se tiene que instalar un filtro de aire nuevo, sino que basta con realizar su limpieza mecánica (p.ej. mediante aire comprimido).
Es un planteamiento erróneo, según Filtron. “La limpieza del filtro no mejora, sino incluso empeora las propiedades filtrantes del mismo”, explica la marca. Solamente un reemplazo periódico del filtro por uno nuevo puede garantizar una filtración eficaz del aire que entra en la cámara de combustión del motor.
¿Cuáles son los efectos de la limpieza mecánica del filtro?
Durante la limpieza, pequeñas partículas de contaminación entran al fondo del medio filtrante, provocando:
-Un daño permanente en la estructura estratificada del medio filtrante.
-La disminución de las propiedades filtrantes del filtro.
-Un cambio en las resistencias del flujo del aire a través del filtro.
Estos efectos pueden resultar en la introducción de contaminación en la cámara de combustión pudiendo dañar los aros de pistón, los casquillos de cojinete y los cilindros. La reparación de estos daños excede sustancialmente el coste de un filtro de aire nuevo, por lo que seguro que no merece la pena arriesgarlo y limpiar el filtro. La limpieza del filtro de aire solamente mejora su aspecto exterior.
¿Cuándo se debe reemplazar el filtro de aire?
El filtro de aire debe reemplazarse cuando haya vencido el período indicado por el fabricante del vehículo. La información acerca del período recomendado, después del cual debe producirse el reemplazo, suele estar indicada en el manual de uso de determinado vehículo o en las páginas web del fabricante. En muchos casos los fabricantes de los vehículos recomiendan el reemplazo del filtro después de cada 15.000 kilómetros realizados o una vez al año.