La palabra clave LSPI ha circulado por el sector durante años: es el acrónimo en inglés de pre encendido de baja a bajas revoluciones. En los nuevos modelos de automóviles, la LSPI puede provocar golpeteo en el motor y, por lo tanto, daños graves en el mismo, advierte Liqui Moly.
Los motores modernos de alta compresión con inyección directa corren alto riesgo de preignición a bajas revoluciones, es decir: LSPI. Esto ocurre cuando la mezcla de gasolina y aire se enciende en la cámara de combustión antes de que se genere la chispa de ignición. Este golpeteo puede provocar daños graves en el motor. Todavía no se ha llegado a entender del todo este fenómeno. En cualquier caso, la suciedad en el interior del motor desempeña un papel importante, explica Liqui Moly.
La marca indica que hay que tener en cuenta dos aspectos. En primer lugar, la selección correcta del aceite de motor. Los aceites de motor modernos tienen una fórmula adaptada para reducir el riesgo de LSPI. Si quieres ahorrar dinero en aceite, puedes acabar pagando mucho dinero más adelante si el motor sufre daños, indica la compañía, que cuenta con una guía de aceites gratuita en su web que indica con unos pocos clics qué aceites son los correctos para un vehículo concreto.
El segundo aspecto a tener en cuenta, señala, es su limpiador para DFI. Se trata de un aditivo de limpieza especial que se añade al depósito. Contiene la sustancia activa polieteramina (PEA). “La polieteramina activa es un compuesto químico altamente eficiente que acaba incluso con los sedimentos más resistentes que encontramos en inyectores, pistones y cámara de combustión”, explica David Kaiser, jefe de investigación y desarrollo en Liqui Moly. “Aplicado regularmente evita de manera permanente la formación de sedimentos de carbono”, añade.
Dichos sedimentos son un factor clave en la LSPI. Los modernos motores turbo de gasolina de inyección directa tienen un sistema de inyección muy cargado. Los inyectores están instalados directamente en la cámara de combustión y por ello están expuestos a altas temperaturas y presiones, y también a los efectos producidos por los restos de combustión. En los orificios de los inyectores se forman sedimentos en muy poco tiempo, con lo que la gasolina ya no se puede pulverizar de manera tan precisa. Con ello empeoran las emisiones de gases contaminantes y el consumo de gasolina. Debido a las altas temperaturas, los sedimentos pueden llegar a calcinarse lo que conlleva el pistoneo del motor.
Liqui Moly inidca que su limpiador DFI puede utilizarse en cualquier mantenimiento y que su eficacia es tal que a menudo la frecuencia con la que hay que añadirlo es de 5.000 kilómetros. Es apto para todos los coches con motores de gasolina de cuatro tiempos, tanto con inyección directa como indirecta.