La directora global de Smart Mobility de Iberdrola, Raquel Blanco, hizo un llamado a todas las administraciones públicas para “agilizar la tramitación de los puntos de recarga para vehículos eléctricos en la vía pública” y señaló que el aumento de estos incentivará la compra de eléctricos en el usuario, porque “el simple hecho de que los puntos sean visibles hace que la gente se plantee la compra de un eléctrico”.
Las declaraciones tuvieron lugar en el VII Foro Nissan, en el que Raquel Blanco y Borja Carabante, Delegado de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, debatieron en dos turnos con Manuel Burdiel, Director de Ventas de Nissan. El debate fue moderado por Manu Sánchez, director de Informativos de la mañana de Antena 3.
Aunque Blanco destacó el “compromiso de todas las administraciones con la movilidad sostenible”, hizo hincapié en la necesidad de un conversación más fluida y ágil entre todos los agentes públicos que participan en la instalación de puntos de recarga en la vía pública. En dicha tramitación intervienen las tres administraciones –General del Estado, autonómicas y locales-, lo que alarga los plazos de consecución de permisos a entre veinte y treinta meses.
Borja Carabante fue más allá y pidió una “unificación en la legislación, para que en todas las comunidades sea igual de sencillo desplegar la infraestructura”, además de “predicar con el ejemplo” mediante la electrificación de la flotas de vehículos de servicio público. Carabante tiene claro que el papel de las administraciones es vital para que la movilidad descarbonizada pase del papel a las calles: “la administración pública debe desplegarla y ayudar a ello, subvencionándola y no poniendo obstáculos”
Como ir a una gasolinera
La directora global de Smart Mobility señaló que tienen como objetivo “liderar el desarrollo de la recarga pública, eliminar esas barreras al usuario”. Para lograrlo pondrán en marcha 50.000 puntos de recarga, 2.500 de ellos públicos, para que “el hábito (de cargar un coche eléctrico) sea similar al de ir a una gasolinera, porque en las estaciones de recarga rápida se puede recargar energía para hacer cien kilómetros en solo cinco minutos”. Con ese objetivo en mente, Iberdrola ha aprobado un plan de 150 millones de euros de inversión.
En cuanto a la accesibilidad (en términos de costos) de los coches eléctricos, Borja Carabante reconoció que el elevado precio de los eléctricos sigue siendo una barrera para el usuario, pero aseguró que “poco a poco se va reduciendo esa diferencia para equipararse al térmico”. Añadió que cuatro años son suficientes para que un usuario amortice la diferencia de precio entre un coche eléctrico y uno de combustión: “Un eléctrico supone un ahorro de 2.000 a 4.500 euros al año respecto a un vehículo de combustión, dependiendo del uso”.