La calidad del aceite ATF (Automatic transmission Fluid) por sus siglas en inglés, influye directamente en el buen funcionamiento de la transmisión automática y evita posibles averías en la misma. Para entender por qué es tan importante, hemos consultado con un experto en transmisiones automáticas de TCMatic y esto es lo que nos contó…
Lo primero es entender cuál es la función del aceite ATF dentro de la caja de cambios automática:
- Facilitar la correcta fricción de cada uno de los componentes en una transmisión.
- Transmitir hidráulicamente el par en el convertidor.
- Circular rápidamente en frío.
- Lubricar componentes de la caja de cambios.
- Actuar como fluido en el circuito hidráulico de control y gestión del cambio.
- Disipar el calor generado.
Un ATF de mala calidad perderá sus funciones y se desgastará más rápido. Un aceite de transmisión en mal estado arrastra consigo partículas metálicas por la caja de cambios que pueden producir averías, cuya reparación generan elevados costes en comparación con hacer un mantenimiento preventivo de forma regular.
Características de un buen ATF
El ATF para transmisiones automáticas es mucho más específico y mucho más complejo que otros aceites hidráulicos. La transmisión automática tiene que hacer miles de cambios entre embragues y discos con fricción controlada entre sus materiales mientras resiste la oxidación en las revoluciones altas del convertidor de par y su estator.
Dentro de la transmisión hay docenas de sensores electrónicos, a los que el aceite tiene que transmitir pequeñas corrientes para indicar las presiones y condiciones. Las válvulas operan entre sellos de diferentes “gomas” que son susceptibles al ablandado o resecado ofrecido por el aceite. Esto requiere alta detergencia y solvencia.
Características del ATF
- Tener un correcto coeficiente de fricción para responder a materiales específicos
- No ser corrosivo con las piezas y los materiales.
- Mantener estabilidad térmica. Una transmisión automática tiene que operar entre -40℃ y +80℃, ocasionalmente pasando 90℃. El aceite tiene que tener un índice de viscosidad muy alto (cerca de 200) para esto.
- Disponer de una buena detergencia.
- Poseer estabilidad contra la oxidación.
Cuestión de color
El color del aceite de transmisión es un buen indicador del estado en el que se encuentra éste y de si ya ha llegado el momento de cambiarlo.
- Rojo transparente: Nuevo y en buenas condiciones, no es necesario tomar ninguna acción.
- Marrón claro semitransparente: Usado pero en buenas condiciones, no es necesario tomar ninguna acción.
- Marrón oscuro, fluido opaco: Viejo y sucio, se recomienda cambiar el filtro o remplazar completamente el aceite ATF.
- Marrón muy oscuro o casi negro: Viejo, sucio y con oxidación, se recomienda cambiar el filtro o reemplazar completamente el aceite ATF.
- Rosa claro: Presencia de contaminación por agua o líquido refrigerante, se recomienda reconstruir o reemplazar la transmisión.