La movilidad conectada y automatizada y la seguridad vial están cada vez más estrechamente ligadas. A finales de 2019, está previsto que se publique el reglamento GRS (General Safety Regulation) y con ella se irán haciendo obligatorios los nuevos sistemas de seguridad en los vehículos con la implantación de tres fases a lo largo de seis años.
De este modo, la incorporación de estos sistemas evitará 25.000 muertes y 140.700 heridos graves en 15 años, según el estudio TRL del Consejo de Seguridad del Transporte Europeo (ETSC). Tal y como informan en La Vanguardia.
Algunos de los asistentes que desde la Unión Europea quieren implantar como obligatorios son el control inteligente de velocidad, el frenado automático de emergencia o el asistente de cambio involuntario de carril.
Esta decisión de la UE con respecto a los sistemas de seguridad ha motivado la necesidad de pensar en una “inspección técnica apropiada para garantizar el funcionamiento correcto de los nuevos sistemas de seguridad”, según afirma el presidente del Comité Internacional de Inspección Técnica de Vehículos (CITA), Gerhard Müller. Además, resaltó la prioridad de contar con un marco legal para la realización de una inspección técnica independiente, así como con una clara definición de la gestión y acceso a los datos de los nuevos sistemas.
Asimismo, esta nueva regulación ha sido vista con buenos ojos –sobre todo imprescindible para llegar al objetivo de cero víctimas mortales para 2050– tanto por el responsable de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE), Walter Nissler, como por la responsable de Seguridad Vial de la Comisión Europea, Fotini Ioannidau.
Tres fases de implantación
El reglamento GRS se va a implementar en tres fases. La primera empezará en mayo de 2022 con nuevos tipos (NT) o mayo de 2024 con nuevas matrículas (NV), en el que se incluirá el limitador de velocidad, alcoholímetro inmovilizador del vehículo, aviso de atención y sueño, sistema de mantenimiento en carril, visión trasera, señal de parada de emergencia y protección trasera y lateral.
La segunda y la tercera fase, previstas desde mayo de 2024 a noviembre de 2028, incluirán AEBS (Sistema de frenado automático de emergencia) con VRU (Unidad de Respuesta de Voz), zona de impacto frontal ampliada, sistema avanzado de distracción del conductor y, para camiones y autobuses, visión directa con eliminación de ángulos muertos y registrador de datos para esclarecer los accidentes.