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Una investigación realizada por TRW sugiere que anualmente solo al 2 por ciento (4,2 millones) de los vehículos del parque europeo se les sustituyen piezas como los cables del freno de mano, una cifra que podría incrementarse con facilidad si se hiciera una revisión habitual de dicho componente.
Por otra parte, los cables de embrague estándar requieren un reajuste de vez en cuando para compensar el desgaste del disco. Los cables de ajuste automático de TRW, además de autorregularse y, por tanto, no necesitar mantenimiento, pueden ser montados por un solo operario.
Señales que marcan la necesidad de cambiar los cables
Empieza con una pequeña grieta: la imagen anterior muestra que la cubierta de poliamida ha sido destruida. El agua y la suciedad han provocado corrosión y el diámetro exterior se está expandiendo. Esto significa que el cable ya no puede deslizarse libremente.
El fallo menos común es que la palanca del freno de mueve. El más común es que el freno de mano no se puede liberar del todo, lo que puede producir:
– Sobrecalentamiento de los frenos
– Chirrido (alto desgaste)
– Bloqueo del vehículo
Cómo comprobar los cables de freno de mano y de embrague
-Mover el vehículo por carretera, donde no debería producirse un arrastramiento significativo
-Si ocurre mucho arrastramiento el cable del freno de mano podría ser una de las razones
-Retire entonces los tambores
-Accione la palanca del freno de mano y compruebe si el mecanismo del freno de mano está funcionando correctamente
-Libere la palanca del freno de mano: las zapatas tienen que volver completamente a su posición de descanso
-En caso de duda desconecte los cables y compruebe los cables solamente
-Realice siempre estas pruebas antes de montar piezas nuevas