Las previsiones no son las mejores. Según las estimaciones de la Asociación Nacional de Vendedores y Reparadores de Vehículos (Ganvam), las ventas de coches nuevos no superarán el millón de unidades hasta 2024 y habrá que esperar hasta 2030 para que las matriculaciones superen las de 2019. El coche eléctrico tampoco despegará como espera el Gobierno, aunque irá ganando posiciones de manera continua.
Según todas las asociaciones del sector, España tiene un potencial “natural” de matriculaciones de entre 1,2 y 1,3 millones al año, pero todavía tendremos que esperar -al menos un lustro- para acercarnos a esas cifras. Después de tres años consecutivos por debajo de los 900.000 registros, en 2023 Ganvam espera un repunte del 16% hasta las 944.000 unidades. La barrera del millón no se superará hasta 2024. Una cifra simbólica pero que no debería reconfortar a un sector que hace apenas cinco años estaba por encima de 1,3 millones de matriculaciones anuales.
Para la patronal de los distribuidores, entramos en un ciclo ligeramente optimista, ya que la previsión del PIB es positiva -Bruselas estima un crecimiento del 1,4% para España en 2023- y la inflación poco a poco va perdiendo fuelle aunque aún se mantiene por encima del 5%. A pesar de estos ‘buenos’ pronósticos, todavía existen impedimentos como la escasez de oferta debido a las tensiones sufridas en las cadenas de suministro y que aún están lejos de solventarse. Sin olvidar el daño que la elevada inflación ha provocado en los bolsillos de las familias.
Así las cosas, habrá que esperar hasta 2028 para que las ventas superen la barrera de 1,2 millones de matriculaciones -la previsión habla de 1.212.318 unidades-, aunque será algo más tarde, en 2030, cuando el sector sobrepase las ventas de 2019, año previo a la pandemia -ese año se registraron 1.258.251 operaciones frente al 1.278.459 previstas para el final de la década-. Eso sí, lejos quedarán todavía los registros de 2018: 1.321.438. ¿Cuándo se verán? Quién lo sabe…
La Euro 7 frenará el avance
Si tenemos en cuenta de dónde venimos tras la pandemia, podemos decir que de aquí a 2025 las previsiones no son malas, al menos en términos relativos, con tres años consecutivos con crecimientos notables: +16,2% en 2023, +7,6% en 2024 y +5,8% en 2025. Sin embargo, a partir de esa fecha Ganvam espera una ralentización en la senda de crecimiento. ¿El motivo? Los efectos de la futura normativa de emisiones Euro 7 para turismos y furgonetas -si es que finalmente entra en vigor-, lo que conllevará “una subida del precio de los vehículos y retraerá la demanda, frenando la renovación del parque”, señalan.
Una ralentización que se sumará a la corrección natural que experimentará el mercado a partir de esa fecha, ya que en 2023 y 2024 las cifras de matriculaciones estarán ligeramente infladas por las entregas de vehículos pendientes. A mitad de la década, una vez superada la crisis de los microchips y con los flujos logísticos y de componentes en condiciones óptimas de funcionamiento, la oferta volverá a adecuarse a la demanda. Así al menos lo esperan desde Ganvam… siempre y cuando no se produzca ninguna anomalía -y aquí también habría que hablar del hipotético fin de la guerra en Ucrania-.
Menos eléctricos de los esperados
Quien piense que la recuperación prevista vendrá de la mano de los vehículos eléctricos está muy equivocado. Las ventas crecerán, sin duda, pero muy por debajo de lo esperado por el Gobierno y la Unión Europea, cuyo parlamento ha aprobado esta misma semana la prohibición de vender turismos y furgonetas que no sean cero emiones a partir de 2035, aunque dejando abierta la posibilidad de alargar la vida de los motores de combustión siempre y cuando se consiga la neutralidad de carbono -los combustibles sintéticos tienen todavía mucho que decir-.
La patronal estima que en 2030, el 21% de las matriculaciones de turismos corresponderán a modelos electrificados -con 279.819 unidades vendidas-, aunque metiendo en este saco tanto los 100% eléctricos -183.560 unidades- como los híbridos enchufables -96.182-, cuya venta también estará prohibida a partir de 2035. Para Ganvam, la tendencia se mantendrá al alza en los próximos años, aunque “todo apunta a la necesidad de incorporar medidas aceleradoras para la consecución de objetivos”. Es decir, hace falta ayudas e inversiones en infraestructuras. Dinero, al fin y al cabo.
Según las previsiones de Ganvam, de aquí a 2030 se inyectará al parque unos 910.000 coches puramente eléctricos, por lo que cerraremos la década con aproximadamente un millón de turismos cero emisiones, muy lejos de los cinco millones deseados por el Gobierno. Por lo tanto, apenas el 4% del parque carecerá de motor de combustión en esa fecha, ya que tanto los híbridos como los híbridos enchufables mantienen no sólo un motor de gasolina, sino todos los componentes asociados a esta tecnología -a los que suma los propios de los sistemas eléctricos que incorpora-.
La posventa, por lo tanto, tendrá que adaptarse a todo lo que está por venir, aunque como vemos en el dibujo que presenta Ganvam, y que llevan repitiendo todos los expertos desde hace años -con Fernando López, de GiPA, como una de las voces más reconocidas-, el coche eléctrico propondrá una evolución pero no una revolución, siendo el coche híbrido el verdadero motor de transformación en los próximos años.