En el primer semestre de 2019, Liqui Moly ha contratado a 67 personas más, 19 de ellas durante los meses de mayo y junio. La ampliación de personal más reciente se ha registrado en la central de la empresa, en la fábrica de aceite, en la filial ibérica y en la distribución en Países Bajos.
De este modo, desde la empresa informan que, del refuerzo de los 19 empleados, once han ido a la central de Ulm. En la fábrica de aceite del Sarre se han contratado a seis nuevos empleados. Mientras que Liqui Moly Iberia -con sede en Portugal- cuenta ahora con dos nuevos compañeros. Por último, en la distribución para Países Bajos se ha ampliado la plantilla en dos personas más. Con todo ello, la compañía especialista en lubricantes da trabajo ahora a 890 personas. Las 67 nuevas incorporaciones durante el primer semestre de este año suponen un aumento del 8%.
La empresa asegura que la mayor parte de sus empleados trabajan en el centro de producción de Ulm (cerca de 390). Liqui Moly Iberia da empleo a 15 personas; las filiales de Sudáfrica y Estados Unidos a 31 respectivamente; mientras que la filial italiana, fundada recientemente, cuenta con una plantilla de seis empleados.
Continúa con su estrategia de expansión
Recientemente, el especialista en lubricantes ha presentado su balance para 2018 y ha resaltado que seguirá con su estrategia de expansión. “Para ello necesitamos a personas con un alto grado de formación. Por ello resulta lógico que aumente la cifra que, en mi opinión, es la más importante para la empresa: el número de empleados”, afirma Ernst Prost, director gerente de Liqui Moly.
Los refuerzos llegan a casi todas las áreas: personal, investigación y desarrollo, servicio de oficina y ventas, producción, logística y contabilidad. “El papel principal es el de la distribución. La capacidad de venta de una empresa influye determinantemente en el volumen de ventas, los beneficios y, a fin de cuentas, en el éxito económico”. En el campo de la exportación esto se traduce en poder marcar el ritmo de los acontecimientos con los comerciales de que se dispone sobre el terreno. Así, dos comerciales técnicos van a enriquecer el equipo de la Península Ibérica. Y también en la distribución en los Países Bajos se han contratado a dos compañeros para ventas.
A su vez, se han contratado a nuevos comerciales para el mercado doméstico. Desde Liqui Moly afirman que apuestan por la diversificación y se apoyan sobre una gama de productos muy amplia. “Nosotros no sólo vendemos productos para turismos, sino para muchos otros vehículos también”, dice el director gerente. Para ello, cuentan con equipos de ventas especializados y uno exclusivo para la rama de vehículos industriales (actualmente en fase de expansión).
Asimismo, a pesar del escándalo de los motores diésel, los productos ‘made in Germany’ siguen teniendo buena fama tanto en Alemania como en el resto del mundo. “Esta es una gran baza para nosotros, con la cual podemos contrarrestar unos costes de producción y de personal que son más elevados que en otros países. Los productos de alta calidad y la mano de obra barata no pueden ir de la mano. Necesitamos empleados con una formación sobresaliente”, comenta Prost. Así, para poder atraerlos y mantenerlos se deben pagar los salarios correspondientes y además deben sentirse a gusto. “Se dan casos en los que las parejas y sus retoños trabajan aquí también. Para mí esto es una empresa familiar genuina”, tal y como describe el jefe de Liqui Moly.
Por su parte, Prost considera que la responsabilidad social de un empresario o de una empresa juega un papel fundamental. “Nos estamos acercando a los 900 empleados”, dice sin ocultar su alegría y sabe que “estos puestos de trabajo fortalecen a los ayuntamientos con impuestos y contribuciones y que la economía local sale ganando con personas que tienen un trabajo seguro y bien remunerado”.