Las consecuencias de crisis de los microchips y el impacto económico de la pandemia y la invasión rusa a Ucrania están viéndose reflejadas en el número de matriculaciones, que ha caído. Este año los coches de más de diez años se han vendido un 38% más que los coches nuevos, con un total de 562.988 unidades. Son datos aportados por Ganvam en la Fundación Pons en la jornada “Espacio VO” sobre el impacto de la transición digital y ecológica en el VO.
El mercado de vehículos de segunda mano supone el 61,5% de las operaciones. Esta falta de matriculaciones no solo afecta al mercado de VN, sino que también afecta a empresas y alquiladoras, que al no tener coches nuevos, no están renovando flota y, por tanto, dejan de nutrir con vehículos usados jóvenes al mercado de segunda mano. De hecho, las alquiladoras redujeron casi un 30% sus ventas de vehículos usados, mientras que las empresas lo hicieron en más de un 22%.
Rejuvenecimiento del parque, clave
Este vacío en la oferta tiene sus consecuencias: las operaciones con usados de entre uno y tres años en el primer trimestre del año cayeron un 38,3%, lastrando un 4,5% el conjunto de las ventas de usados en lo que va de año; una tendencia que se invertirá en la segunda mitad de año, con una previsión de cierre de unas 2.030.00 unidades aproximadamente (+1,6%), tal y como anuncia Ganvam.
Por su parte, los principales protagonistas del mercado de ocasión están siendo los modelos de más de quince años. Sus operaciones -realizadas, sobre todo, entre particulares- acumulan un aumento del 10,4% en lo que va de año, concentrando casi cuatro de cada diez transferencias, con el correspondiente impacto negativo para la seguridad vial y la consecución de objetivos orientados a alcanzar la neutralidad climática.
Para Ganvam esta situación pone de manifiesto la necesidad de poner en marcha políticas mucho más activas y eficaces de achatarramiento, que conviertan el rejuvenecimiento del parque -y no solo su electrificación- en pieza clave de la transición ecológica.
Y es que, tal y como advierte Ganvam, un vehículo de más de quince años emite un 90% más de partículas nocivas y un 84% más de óxido de nitrógeno (NOx) que un coche que cumpla la normativa europea actual Euro VI, por lo que “para acelerar esta transición y hacerla accesible a todas las rentas y perfiles sociales, los planes de incentivo deberían apoyar tanto el vehículo nuevo como el usado de hasta cinco años con independencia de la tecnología que lo propulse”, reclama.
Así, explica que, en un contexto en el que “se aspira a alcanzar cinco millones de vehículos electrificados en 2030, lo que exige multiplicar por más de 27 la cifra actual, el apoyo al usado en los planes de incentivo supondría un elemento acelerador. De hecho, las ventas de usados 100% eléctricos -aunque apenas supondrán todavía el 0,7% del total- superarán las 14.000 unidades a cierre de año, lo que supone un aumento de alrededor del 36% en un contexto en el que el mercado de ocasión se situará más de un 3% por debajo de 2019”.
Achatarramiento para dinamizar la venta de eléctricos
Marcel Blanes, director de Relaciones Institucionales de Coches.es, también habló del interés por el usado eléctrico en la jornada: El 25% de los interesados en un vehículo de ocasión se plantea comprarlo eléctrico, si bien la autonomía (51%), la falta de una red tupida de puntos de recarga (49%) y el elevado precio de adquisición (38%) conforman el top tres de razones para pensárselo dos veces.
En este sentido, Ganvam recoge que el estudio pone de manifiesto que la puesta en marcha de un programa de incentivo al achatarramiento que incluyera el usado de menos de cinco años dinamizaría la compra de estos modelos, acelerando el salto al eléctrico y la renovación del parque. Prueba de ello es que un 71% de los potenciales compradores de VO efectuaría la compra de existir un plan de estímulo con estas condiciones.