El conjunto del parque inspeccionado por las estaciones de ITV (entre motos, coches, camiones, autobuses, agrícolas…) presentó 3,4 millones de defectos de carrocería: 2,87 leves (+7% respecto a 2015) y 531.000 graves (+11,1%).
Tal y como recuerdan desde Certified First, la red de talleres especialistas en chapa y pintura de PPG (Nexa Autocolor, Max Meyer y PPG), este incremento es aún mayor si tenemos en cuenta el periodo 2011-2015, cuando los leves aumentaron en un 42% y los graves en un 17%.
Poniendo la vista en los turismos, se observa que los defectos leves han crecido incluso por encima de la media durante 2016 con 1,7 millones, un 7,4% más que un año antes. Las deficiencias graves hicieron lo propio, pasando de 219.000 a 255.000, un 12% más.
“La importancia de la carrocería del vehículo va más allá de la parte meramente estética”, señala Jordi Ortega, responsable de la red de PPG: “Su conservación tiene mucho que ver con la seguridad, la aerodinámica o el consumo, cuestiones que a todos nos preocupan. En la práctica, es muy complicado establecer criterios objetivos de medición para temas como la corrosión, por ejemplo”.
Antes de pasar la ITV es muy importante por tanto revisar la carrocería. El técnico de la ITV se fijará en defectos de estado (óxidos, perforaciones, desperfectos…), la aparición de aristas vivas o cortantes, fijación de paragolpes defectuosa o entrada de humos en el espacio de los pasajeros. Todo se recoge en el capítulo 2 del Manual de Procedimiento de Inspección de las ITV destinado al “Acondicionamiento Exterior, Carrocería y Chasis”.