A partir del año que viene, la normativa europea en materia de emisiones se endurecerá sensiblemente. Todos los vehículos matriculados por las marcas en 2020 deberán contar, de media, con una tasa de emisiones no superior a los 95 gramos de CO2 por kilómetro. En este sentido, el diésel se destapa como una tecnología fundamental (sus emisiones de CO2 son inferiores a los motores gasolina), por lo que durante el próximo año se espera un esfuerzo por incrementar sensiblemente la matriculación estos vehículos. Y es que las multas por no cumplir las exigencia no son en absoluto asumibles…
“Paradójicamente, el diésel será uno de los ejes fundamentales para que los fabricantes eviten las multas por emisiones de la Unión Europea, en consecuencia, los nuevos diésel se venderán a precios de derribo en 2020”, asegura Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, patronal de concesionarios, tal y como informan desde latribunadeautomocion.es.
Y es que según la patronal, un automóvil diésel de última generación emite hasta un 20% menos de CO2 que otro correspondiente de gasolina cumpliendo con las exigencias de la normativa europea. De hecho, para Faconauto la única alternativa para evitar estas sanciones pasa por incrementar en un 20% las ventas de automóviles diésel y en un 30% los electrificados.
Según el presidente de la patronal, “los fabricantes aprovecharán los últimos meses de 2019 para limpiarse de los vehículos más contaminantes, con la intención automatricular miles de unidades antes de que acabe 2019 y evitar, así, su cómputo en 2020, a través de operaciones tácticas”. Situación que está tensando las relaciones entre los concesionarios y las marcas. “Se trata de la salida fácil”, aseveraba Pérez: “Pero es inadmisible que intenten trasladarnos sus multas a nosotros. Tenemos que encontrar un modelo comercial viable para ambos”.
Según la misma fuente, el presidente de Faconauto insinuaba operaciones de ciertos constructores para imponer unidades eléctricas a sus distribuidores, pues los cero emisiones son otro pilar fundamental para esquivar las multas de Bruselas, ya que los modelos que emitan menos de 50 gramos de CO2 cuentan por dos en los cálculos el año que viene.
Situación ante la que Gerardo Pérez considera que el Gobierno debe actuar incentivando las ventas: “Nosotros no podemos suplir la bajada de emisiones, son los clientes los que tienen que comprar los coches”. Aludiendo también al papel de los concesionarios, a incrementar su fortaleza a través de procesos de concentración como mecanismo de defensa.
.Me gustaria saber muchos de l’ós veiculos què tendremos que vendre por no respectar el medi anviente si realmente sé destruiran O pasaran a circular en ostras partes del planeta , me parece a mi què Todó són intereses .
Y a mi me gustaría saber a que escuela fue, por que es IMPOSIBLE entender lo que escribe.
Me gustaría saber el nivel de emisiones de los grandes buques cargueros, petroleros, cruceros, yates, lanchas de paseo, aviones y demás, estamos en manos de cuatro ingenieros que no saben más que justificar sus grandes salarios tocando las narices a los demás.
VERGÜENZA, QUE CONTROLEN MAS LAS EMISIONES DE INDUSTRIAS Y CALEFACCIONES, ESOS SI QUE CONTAMINAN.