El IPC no ha dejado de crecer desde hace tres años. Concretamente, el año pasado se situó en el 5,7%, suponiendo grandes perjuicios económicos a las empresas del sector, que han visto cómo sus costes se han encarecido más cada vez. Esta situación ha afectado a la economía de los talleres, por lo que no debería ser ignorada por ningún actor del mercado…
Sin embargo, los talleres de Burgos han denunciado que ciertas aseguradoras y algunos de sus clientes de grandes carteras, tales como seguros de autos, rénting y flotas, han permanecido ajenos a estas circunstancias: todavía no han trasladado a los talleres sus propuestas de actualización de los distintos conciertos o soluciones con ellos, e incluso, señalan desde la asociación, “pretenden facturar con los talleres precios de reparación no solo en el límite de los costes del negocio, sino también por debajo de los propios costes de explotación”.
Desde Adeabur señalan que esto “pone en riesgo la viabilidad y supervivencia de las empresas y las prestaciones que se ofrecen”.
Por ello, la asociación ya ha enviado una carta –puedes leerla haciendo clic aquí– a los responsables de las principales aseguradoras del mercado español poniendo sobre la mesa esta situación y sus consecuencias, con el fin de que las tengan presentes en sus negociaciones de condiciones con los talleres.
“Incesante escalada de precios”
Los talleres de Burgos reflejan en el escrito que desde 2020 el precio de los disolventes ha crecido alrededor de un 49% y que el año pasado el precio de la pintura creció un 12% de media, aunque este trimestre ya ha subido otro 5,5% de media más y se espera que pueda seguir creciendo a lo largo de 2023. Asimismo, señalan que desde 2020 otros materiales de pintura han subido un 25%.
Por otro lado, recuerdan los picos que en este tiempo han tenido los precios de la electricidad y del gas. Datos del INE plasman que el gas subió entre 2021 y 2022 de media un 21,9%, y que la electricidad acumuló el pasado año subidas del 72%.
Tampoco se olvidan de los recambios, piezas y productos plásticos, piezas de todo tipo, gestión de residuos, portes, materiales de limpieza y enmascarado, productos adhesivos y de fijado, servicios externos, etc., que se han encarecido entre un 5 y un 10%, como mínimo.
Pero esto no es todo. En la carta la asociación añade que los cambios salariales en el sector del metal suponen para los talleres de Burgos un “sobrecoste respecto de 2022 del 5,7%, soportando sobrecostes de un 3-4% por atrasos que deberán abonar este trimestre en todas las nóminas; más la renegociación de salarios de, al menos, otro 3-4% que está pendiente de firmar; más las cotizaciones sociales”.
“Consideramos muy peligroso y perjudicial ignorar todos estos condicionantes objetivos, por lo que llamamos a una reflexión empresarial rigurosa por todas las partes implicadas”, escriben desde la asociación apelando al sentido común de las compañías y la colaboración y el equilibrio en sus relaciones con los talleres.
Y por qué seguimos empeñados en que las aseguradoras y flotas propongan el precio a nuestro trabajo? Se hace eso mismo con el cliente particular. No entiendo nada, esto parece el mundo al revés.
En definitiva a los talleres nos han subido todo”mucho” la electricidad la pintura etc .Difícil solución ,que pagen la hora de trabajo a todos por igual ,a los concesionarios por el mismo trabajo pagan más de un 30%mas la hora de mano de obra