Según explica Altayr, a pesar de que las valoraciones de las compañías son uno de los principales caballos de batalla del sector, pocos afectados por un siniestro dan el paso de demandar: “Bien por el tiempo que ello supone, bien por falta de solvencia, bien por miedo…”. Y todo, a pesar de que el resultado, explican, “suele ser positivo para ellos”. De ahí que entre otras cosas la independencia en las peritaciones sea una de las principales peticiones de la asociación andaluza.
Para explicar la utilidad de poner en marcha todos los procedimientos legales necesarios, relatan lo sucedido en el caso de una reclamación que uno de sus asociados comenzó el 13 de febrero de 2018. Todo empezó cuando un vehículo parado en un semáforo en rojo fue colisionado por otro, asegurado por Mapfre España, que sin avisar se desplazó hacia atrás.
Línea Directa, la compañía del afectado, valoró los daños en 450,47 euros. El perito, según relata Altayr, “encomendó a nuestro taller asociado a utilizar piezas de otra marca”: “Una práctica que no siempre es la mejor opción y que debe estar sujeta a la autorización expresa del propietario del vehículo, si bien los peritos de las aseguradoras a menudo animan a los talleres a ocultar dicha información al cliente para evitar ‘problemas con la compañía”.
Cliente y taller se negaron a aceptar tal valoración y recurrieron a una peritación independiente, que se fijó en 2.615,78 euros. Las gestiones amistosas fueron infructuosas teniendo: a ambas partes las separaba una diferencia de 2.165,31 euros.
Se presentó entonces (el 8 de febrero de 2019) la correspondiente demanda, a la que Mapfre respondió alegando, entre otras cosas, daños mínimos en el vehículo del demandante, que este sobrepasaba los diez años de antigüedad o que las facturas presentadas eran muy posteriores al accidente. Todo en vano, vaya.
Así, hasta que el pasado 1 de octubre de 2020 se notificó al abogado de la asociación que el Juzgado de Primera Instancia nº 20 de Sevilla condenaba a Mapfre España a pagar los 2.615,78 euros reclamados, los intereses desde la fecha del siniestro hasta el pago completo y las costas procesales.
Desde ALTAYR aseguran que seguirán trabajando “para que las aseguradoras cumplan con la ley y, de este modo, los clientes disfruten de una correcta reparación de sus vehículos y los talleres puedan realizar su trabajo como corresponde”.