Según recoge la publicación alemana Handelsblatt, los vehículos Mercedes con motor diésel fabricados entre 2017 y 2021 podrían tener un defecto en la bomba de refrigeración, por lo que han de ser examinados para determinar la sustitución de dichas piezas.
Una circunstancia que afecta a cerca de 850.000 vehículos en todo el mundo de distintas series: series GLE/GLS, Clase C, Clase E, Clase S, Clase E, GLC, CLS y Clase G. Cifra que representa casi un tercio de una producción anual normal de Mercedes.
“Las piezas no están disponibles”
Mercedes Benz notificó a los usuarios afectados a través de una carta a finales del mes de diciembre, asegurando el recambio de la pieza y una actualización del software, y en la que además avisaba de la falta de piezas disponibles. “El recambio no se puede iniciar en este momento, ya que las piezas requeridas aún no están disponibles”.
No obstante, y según la misma fuente, la primera tanda de reparaciones está prevista para mediados o finales de enero. En estas fechas las piezas de repuesto necesarias estarán disponibles de nuevo.
También se nos avisará a los que hemos comprado un Mercedes clase C de segunda mano del 2017