La industria de automoción atraviesa un momento de incertidumbre por los problemas derivados de la pandemia y, más recientemente, por las consecuencias de la guerra en Ucrania. Y es que a la conocida crisis de los microchips tenemos que sumar aspectos como la rotura de la cadena de suministro, el incremento de los costes energéticos o la escasez de materias primas. Todas estas variables han centrado el debate del IX Encuentro de Automoción de Sernauto, celebrado en el Auditorio Sur de Ifema Madrid.
Una cita que abría el presidente de la patronal, Francisco Riberas, quien no eludía las dificultades que atraviesa el sector en su discurso de inauguración: “Acaba de terminar un primer semestre muy complicado para el sector, el periodo más difícil en muchos años. Y creo que la situación no va a mejorar a corto plazo”. Riberas ponía sobre la mesa otro aspecto que sobrevuela la economía europea como es una posible recesión por la subida de los tipos de interés para controlar la inflación y los problemas de suministro de gas en países como Alemania o Francia, lo que complicará aún más el futuro próximo de fabricantes de vehículos y componentes.
Al margen de esta posible recesión, Riberas ponía el foco en el encarecimiento de todo el proceso productivo por los aspectos antes mencionados (subida del precio de la energía, del transporte, de las materias primas o de los salarios), lo que perjudicará el margen de las compañías del sector, ya que desde su punto de vista “va a ser extremadamente complicado repercutir el incremento enorme de nuestros costes a los clientes.
“Hay que quitar coche viejo”
Más allá de los problemas coyunturales, Riberas hacía referencia a otra revolución que vive la industria como consecuencia de la transformación tecnológica que atraviesa el sector del automóvil, tanto en electrificación como en digitalización. Para el presidente de Sernauto, “es importante reforzar la colaboración entre todos los actores para mantener el liderazgo que hemos demostrado en el vehículo de combustión también en el coche eléctrico”.
“Hemos hecho un gran trabajo para que toda la cadena de valor participe en el PERTE VEC y tenemos que ser muy ambiciosos en nuestras propuestas público-privadas, tanto en financiación como en planes para llevar a cabo la necesaria renovación del parque”, añadía. Y criticaba la decisión de la Comisión Europea de prohibir la venta de coches que no sean cero emisiones a partir de 2035 sin el consenso del sector y sin atajar los problemas actuales de contaminación provocados por la antigüedad del parque: “Si el objetivo es reducir la contaminación lo que hay que hacer es quitar coche viejo de las carreteras al mismo tiempo que se fomenta la fabricación de coches eléctricos y de tecnologías de combustión poco contaminantes”.
“España es un país excelente”
En sus últimas palabras, Riberas hacía un llamamiento para que Europa recupere su “autonomía estratégica”, perdida por años de deslocalización de empresas, sobre todo a China y otros países del entorno asiático (que a su vez son los países que cuentan con las materias primas necesarias para la tecnología del coche eléctrico). “Todo aquello que se pueda relocalizar debemos hacerlo y España es un país excelente para ello”.