La crisis de suministros y las largas esperas para hacerse con vehículos nuevos, está haciendo que los conductores prefieran alargar la vida útil de sus vehículos. Esto, aunque aumenta la actividad de los talleres, pone aún más de manifiesto el problema que les supone la falta de profesionales y la crisis de componentes, a los que deben unirse otros como el aumento de impuestos, encarecimiento de los costes, de los recambios, demora en la entrega de las piezas… Los talleres de Ibiza y Formentera han denunciado esta situación.
Juan Rodríguez, gerente de Taller Jiménez, en Ibiza, reconoció al Periódico de Ibiza y Formentera que la actividad de su negocio había crecido de “manera importante” esta temporada, tanto que, si antes la lista de espera rondaba los siete días, ahora ya superaba las dos o tres semanas.
Por su parte, Francisco de la Cruz, gerente de Cruz Motor, también de Ibiza, apuntaba que en su caso la actividad de julio había sido ligeramente inferior a lo esperado, algo que incluso agradecía: “Como no hay mano de obra nos viene hasta bien que no haya una explosión de trabajo tan grande”, decía al diario. Sin embargo, el volumen de trabajo sigue siendo elevado porque un cliente no habitual en su taller tendría que esperar entre un mes y un mes y medio para recoger su vehículo, porque la falta de mecánicos demora las tareas por sencillas que sean: “Es inadmisible. Está pasando en la mayoría de los talleres”, lamentaba.
Este aumento de trabajo, que podría ser algo positivo para los talleres, está haciendo aún más evidente la falta de mano de obra en el sector. Y es que más allá de que apenas hay jóvenes que estudian para ser mecánicos, también hay profesionales que abandonan el sector: “Se ha jubilado un compañero y no hemos podido reemplazarlo. En verano, la gente tira para otros sectores y el problema es la falta de personal. Ahora es casi imposible encontrar personal en nuestro sector”, lamentaba Rodríguez.
No es el único problema
Pero la falta de profesionales no es el único problema que afrontan los talleres cada día. A él hay que añadirle el encarecimiento de muchos componentes electrónicos de vehículos “desmedido, que ya ciframos en hasta un 30% al mes”, tal y como añade Rodríguez, así como la falta de stocks, que muchas piezas estén fuera de catálogo o la subida de los impuestos. Vicent Guasch, gerente de Taller Ebusitano,, denuncia que esto último “está ahogando a las pequeñas empresas”.
Guasch lamenta que el coste de sus servicios se haya incrementado entre un 2% y un 3%, aunque están a la expectativa por si tuvieran que subirlos más, ya que los costes a los que se enfrentan son cada vez más caros: “La electricidad y el coste de los recambios y de los materiales han subido una barbaridad. Es una situación molesta porque te das cuenta de que o subes precios o no los podrás asumir”.
De la Cruz afirmaba que “se ha encarecido todo un 200%. Un simple bidón de aceite de una marca reconocida ahora cuesta el doble. Si antes costaba 1.800 euros, ahora vale 3.500 euros”. Además, los recambios se hacen esperar: “Hay vehículos parados porque las piezas necesarias tardan más de un mes en llegar y sobre algunas no dicen ni cuándo vendrán”, lo que obliga a los propietarios a alquilar un vehículo para poderse mover, concluía.
La asociación de talleres pymes de Ibiza y Formentera, Pimeef, ha denunciado la falta de mano de obra que afecta a los negocios, así como la demora al recibir componentes. También reclamaron en Ibiza terrenos industriales más grandes, puesto que los mecánicos tienen que tener los coches en las calles y a veces repararlos allí mismo.