Probar y frenar sucesivas veces con las nuevas pastillas de freno ayudan a mejorar el rendimiento de frenado. Para garantizar que los frenos funcionen como deberían, Ferodo recomienda realizar los siguientes pasos.
- Acoplamiento. ‘Por favor, detente’. Un acoplamiento perfecto entre la pastilla y la superficie del disco no solo ocurre cuando se montan pastillas nuevas. El asentamiento lleva su tiempo, así como algunas acciones concretas. Se puede iniciar el proceso de asentamiento (también conocido como “pulido”), antes de que el cliente recoja su coche. Todo lo que hay que hacer es realizar alrededor de 20 paradas completas en el coche – de 50 a 0km/h – o aproximadamente el mismo número de ralentizaciones de 80 a 30km/h. Esto iniciará el acoplamiento, para que el cliente continúe cuando se le devuelvan las llaves. Esta práctica es especialmente recomendable cuando se tienen nuevos discos de freno con recubrimiento.
- Si las pastillas de freno se sobrecalientan cuando son nuevas, pueden cambiar permanentemente la estructura subyacente de los materiales de los que están hechas, y no para mejor. Hasta que los frenos no tengan el rodaje completamente hecho, los conductores deben evitar frenazos fuertes que generen un sobrecalentamiento: ya sea porque estén frenando a altas velocidades, remolcando cargas pesadas o conduciendo en terrenos abruptos.
- Frenar, frenar, frenar. Aunque un frenado suave es mejor que un frenado fuerte, más frenado es mejor que menos. Durante los primeros 300 km, cada vez que las pastillas de freno hacen contacto con los discos, aumenta la superficie de contacto entre los dos, lo que conduce a un mejor frenado a largo plazo. Así que el profesional de la reparación debe recordar a sus clientes que frenen ligeramente, pero a menudo, durante los primeros 300 km después de que se hayan instalado las nuevas pastillas.