Las falsificaciones además de tener consecuencias económicas y pérdidas de empleo, también suponen graves riesgos para los consumidores. Un informe publicado hoy por la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD), refleja que las falsificaciones suponen riesgos para la seguridad de los usuarios, y hablan concretamente de las baterías o las piezas de recambio de automóviles falsas.
Unas de las más frecuentes
“Los recambios para automóviles son unas de las falsificaciones peligrosas más frecuentes”. China y Hong Kong exportan más de tres cuartas partes de las incautaciones, lo que las convierte en los mayores exportadores identificados de falsificaciones peligrosas. Son conclusiones que obtienen EUIPO y OCDE a partir del estudio “Falsificaciones peligrosas. El comercio de productos falsificados que entrañan riesgos para la salud, la seguridad y el medio ambiente”.
Asimismo, los paquetes postales, que han tomado popularidad con el comercio electrónico, son el método de envío de falsificaciones peligrosas más común, siendo Europa y Estados Unidos sus principales destinos, tal y como refleja el informe. No obstante, los envíos por transporte marítimo de mercancías representan un valor mayor.
Unas de las más comercializadas
Pero los recambios también “son una de las categorías más comercializadas en cuanto a las falsificaciones peligrosas”. La mayoría de los productos de las categorías de este grupo proceden de China y Hong Kong (China), que concretamente aportan un 55% y 19% respectivamente de las incautaciones aduaneras mundiales. El 60 % de las mercancías peligrosas incautadas fueron enviadas por servicios postales, aunque la vía marítima fue el modo de transporte dominante en valor incautado.
Unas de las más compradas en línea
Entre las falsificaciones peligrosas compradas en línea, los recambios para automóviles son los cuartos más comunes después de los productos de cosmética, ropa y juguetes.
La mayoría de estos productos (el 75 %) se enviaron desde China.
Un mal intensificado por el coronavirus
“La pandemia de la COVID-19 ha afectado al comercio de los productos falsificados peligrosos y, en la mayoría de los casos, la crisis ha agravado las tendencias existentes. El fuerte aumento general de las falsificaciones no solo afectó a los medicamentos y a los equipos de protección individual (EPI), sino también a muchos otros productos que, asimismo, pueden entrañar riesgos para la salud y la seguridad, incluidos los bienes de consumo y las piezas de recambio”, han determinado EUIPO y OECD.
El informe concluye que, si bien todos los productos falsificados conllevan riesgos para los usuarios, existen diferentes grados de gravedad. Concretamente, el informe advierte que “una batería de coche falsificada puede ocasionar perjuicios graves para la salud, la seguridad y el medio ambiente”.
Si los responsables de qué esto se cuele ,no realizan bien su labor que los hechen,no hace faltà tanto ministerio i chupatintas para estàs chapuzas