La delicada situación económica que atravesaba Remy en distintos mercados europeos, agravada tras la crisis del coronavirus y la interrupción de las operaciones comerciales en todo el mundo, ha provocado que la compañía se haya declarado en quiebra ante la imposibilidad de hacer frente a sus pagos. Así lo ha notificado la empresa a sus proveedores en un comunicado al que ha tenido acceso AUTOPOS.
“Desde que surgieron los primeros indicios de dificultades financieras, la Dirección buscó ayuda profesional y ha tomado varias medidas para reestructurar el negocio”, explica la compañía en dicho comunicado. Entre esas medidas, la firma destaca la consolidación de la producción en Túnez, la consolidación de la distribución europea en Bélgica, así como la implantación de un sistema informático “de categoría mundial”. Asimismo, la compañía explica a sus proveedores que los accionistas han aportado aproximadamente 12 millones de euros de financiación en efectivo desde el primer trimestre de 2020 para reconducir la situación.
Concurso de acreedores
Según la Dirección de la empresa, a pesar de esta inyección de capital y de “las acciones de recuperación emprendidas desde septiembre de 2021”, de las que no da más detalles, la situación de Remy ha seguido deteriorándose, hasta llegar a la situación actual de insolvencia. En consecuencia, todas las entidades legales de Remy Europe han solicitado o solicitarán el concurso de acreedores como paso previo al cese inmediato de la actividad.
En este mismo comunicado remitido a los proveedores, Remy señala que los tribunales de los respectivos países se pronunciarán sobre las declaraciones de quiebra que se presentarán en los diferentes mercados en los próximos días para nombrar al administrador concursal en cada país. En este momento no se conoce la identidad de los administradores, salvo en el caso del Reino Unido. Una vez nombrados los administradores concursales, los diferentes proveedores podrán llevar a cabo las acciones oportunas para reclamar las cantidades adeudadas.