La jornada “Movilidad: realidad, mitos y mentiras” que Ganvam organizó la pasada semana en Madrid en colaboración con la consultora NTT data abordó “el cambio de era que vive el sector” a modo de foro en el que los diferentes agentes que interactúan en él compartieron sus pareceres respecto al impacto de la transición ecológica y digital en la automoción, así como el papel que tiene el usuario en el cambio. Este evento tenía lugar en un momento en el que Alemania había reducido los incentivos a los vehículos eléctricos y en el que se cuestionaba el final de la comercialización de los vehículos de combustión en 2035.
El encuentro contó con la presencia de distribuidores. Fabricantes (representados por el director general de Anfac, Jose López-Tafall), concesionarios (representados por el secretario general de la Asociación de Concesionarios Mercedes-Benz, Borja Llordén), empresas de renting (representados por el presidente de la AER, José Martín Castro) e industria de la movilidad eléctrica (representada por el director general de Aedive, Arturo Pérez de Lucia) analizaron el impacto de la transición ecológica y digital en la automoción y el impacto que va a tener la nueva movilidad en los tipos de distribución.
López-Tafall señaló que hay que apostar por la implantación de nuevos servicios, por cambiar la manera de fabricar y de comercializar, así como por mantener la red de concesionarios física, que constituye “una ventaja competitiva”. Y precisamente esta última idea defendieron Arturo Pérez de Lucía afirmando que, aunque con la nueva movilidad han llegado nuevos modelos de negocio y de interactuar con el cliente, el contacto y acompañamiento en el proceso de compra de un coche es importante, y eso comprando un coche de forma online “no se tiene”, y Borja Llordén que reforzaba la idea de que el concesionario seguirá siendo esencial en el proceso de comercialización del vehículo.
Para José Martín Castro el actual es un “momento de mucha inercia” en el que se deben clarificar las posiciones. Por un lado, cree que el fabricante se dedicará cada vez más a sus procesos de fabricación y que el concesionario debe conseguir “esa unión de lo digital y lo mecánico”, toda vez que los considera “esenciales” para el crecimiento del renting porque “son la garantía de que los clientes van a estar bien atendidos”.
Borja Llordén añadió otro concepto: la importancia que tomará la flexibilidad en el pago, que no los modelos de movilidad compartida, y que debe rentabilizarse; es decir, la idea de que un usuario pueda adquirir su coche propio, pero sin que ello “le ate económicamente”. Algo que compartieron varios participantes de la mesa redonda a diferencia de José Martín, que manifestó que “el pago por uso es una tendencia al alza e imparable”. Asimismo, todos los participantes compartían la visión de que debe “desaparecer el mito de que obtener un vehículo es una de las grandes cosas que hay que hacer en la vida” por el coste que supone.
“En 2035 dejarán de venderse vehículos de combustión, guste o no”
Pero si hay algo en lo que los miembros de la mesa redonda coincidieron es en que el fin de la venta de vehículos de combustión llegará en 2035, sí o sí, por lo que “pensar en si es viable o no, es perder el tiempo”. En este contexto, incidieron en la necesidad de trabajar en las medidas, porque “no es aceptable que el segundo productor europeo -España- se quede atrás porque no es capaz de ponerse a la altura de los objetivos”, criticaba el presidente de Anfac: “La falta de medidas es lo que hace que España se esté quedando atrás”.
Asimismo, apuntaron que echan en falta medidas fiscales que ayuden a la electrificación: “Viene una revolución y tenemos que ofrecer productos atractivos para el mercado, pero nos debe ayudar la Administración”, señalaban. Para Martín lo que falla son los ritmos de ejecución y de respuesta entre sector privado y el público, que “ni coinciden ni están yendo al ritmo que necesitamos”.
Borja Lórdén, sin embargo, fue más autocrítico, pues manifestó que “la actitud hacia el cambio tecnológico no ha sido la adecuada, porque ha habido resistencia a un cambio que viene y se ha perdido el tiempo”. Transmitió tres cuestiones que los concesionarios deben plantearse para ser conscientes de la dirección que, realmente, van a llevar el año que viene de cara a la cada vez más cercana llegada del eléctrico: “¿Cuánto dinero ha presupuestado en adaptar sus instalaciones y sus equipos comerciales a la transición al vehículo eléctrico”; “¿Cómo es la formación de los equipos comerciales?, “¿Estamos argumentando a nuestros clientes que compren un eléctrico, pero desde el miedo?”, porque esto trae la consecuencia de que no se vendan estos coches.
Por último, resaltaron que además de hacer hincapié en la carga pública, también debía hacerse en la vehiculada, es decir, la que se puede hacer en el domicilio. Para los miembros de la mesa redonda este debería ser “casi un derecho, se viva donde se viva”, porque la mayoría de los ciudadanos no tiene garaje propio, “pero la movilidad sostenible se está imponiendo”, señalaban.
¿Responde la movilidad a las necesidades de los usuarios?
En la jornada también se puso sobre la mesa el debate acerca de la actual oferta de movilidad y si esta responde realmente a las necesidades de los usuarios. Para dar respuesta esta cuestión intervinieron el coordinador de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Federico Jiménez de Parga; el coordinador del Mobility Institute (RACC-Deloitte), Ricard Casalins; el jefe de Flotas, LCV, Remarketing y Valores Residuales de Hyundai, Damian Tokmayier y el director de Desarrollo de Negocio Grandes Cuentas de Caser, Fernando Martín Ponce.
En primer lugar, Ricard Casalins destacó que “el 30% de los usuarios en las grandes ciudades no están satisfechos con la oferta de movilidad”, porque consideran que no responde a sus necesidades. Un dato que no le gustó escuchar al coordinador General de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, y al que respondió defendiendo la “libertad de opciones de movilidad” que, por ejemplo, desde el Ayuntamiento de Madrid, se le da a los usuarios.
Fernando Martín Ponce, por su parte, destacó que “el ciudadano tiene que estar en el centro en el modelo de movilidad”, que “hay que dar respuestas a sus necesidades”, pero también “prevenir las que va a tener para que pueda continuar con su movilidad y optimizar su tiempo”.
Y es aquí donde, para Damian Tokmayier entra en juego el carsharing como solución de movilidad “atractiva por su flexibilidad y adaptabilidad a las necesidades en entornos urbanos y rurales” porque “cada vez se demandan más formas distintas de movilidad y debemos adaptarnos a ello”, afirmaba.
Por otro lado, los miembros de la mesa redonda defendieron que en el camino hacia la neutralidad climática debe respetarse la cohesión social y garantizarse la movilidad asequible y accesible a todas las rentas “en la que el vehículo sea una extensión de la libertad individual y no un bien de lujo al alcance de unos pocos”.
En cualquier caso, para el director general de Ganvam, Fernando Miguélez “el cambio de mentalidad de los ciudadanos está acelerando la transformación hacia la nueva movilidad, y estos deberían ser los que marquen el ritmo de la descarbonización”, tal y como resaltó durante su intervención en el evento.