Seat ha examinado en Segovia junto a su socio Telefónica su primer coche conectado con el objetivo de probar la tecnología destinada a intercambiar información entre vehículos (V2V) o con las infraestructuras (V2X).
La prueba se realizó con un Seat Ateca modificado, y la empresa española Ficosa se ha encargado de instalar un dispositivo de comunicación C-V2X que muestra sus avisos a través del panel de instrumentación digital. Por otro lado, Sice ha montado la infraestructura vial en los semáforos, y Nokia ha desplegado un servidor MEC (Multi-access Edge Computing) para que se realice toda la conectividad.
Seat trabajó en dos casos posibles durante las pruebas realizadas en Segovia. En uno de ellos el semáforo mandaba un aviso al conductor de que había un peatón cruzando por un paso de cebra en una curva ciega a la derecha. Si aun así se activa el intermitente, entonces el coche avisa también en el panel de instrumentación.
En el segundo caso, el semáforo avisa al coche de que se pondrá en rojo en breves instantes, y tras recibir el aviso, el coche interpreta según su ubicación y velocidad si le daría tiempo a pasarlo antes de que cambie de color. Si el resultado es negativo, en el panel de instrumentación se avisará al conductor para que pueda frenar.
Es el primer experimento de este tipo realizado en España, y la elección de realizarlas en Segovia no ha sido al azar, ya que es allí donde Telefónica está realizando sus primeras pruebas con conectividad 5G.