Con el final del año en el horizonte planteábamos una tertulia con cuatro talleres como protagonistas. Gerentes de negocios de reparación de Murcia (Salvador Ruiz, Autotecnic Salva, en la localidad de Cehegín), Córdoba (Rafa Romero, de Rafa Romero Electromecánica, en Lucena), Castellón (César Catalán, de El Taller, en Onda) y Madrid (José García, Talleres Fontarrón, en el barrio madrileño de Moratalaz, en plena capital) analizaban el estado actual de sus empresas y el futuro que afronta el sector. Los problemas que vienen y lo más complicado de su día a día salía de forma natural en una conversación a la que de forma esporádica se unía también Joan Rubí, director de la red a la que todos pertenecen: Checkstar, de Magneti Marelli. Apenas se conectaban a la videollamada -cosas de la pandemia-, con la primera pregunta se lanzaban a exponer su análisis.
Para explicar el estado actual de la situación, Rafa Romero (Rafa Romero Electromecánica, Córdoba) ponía el foco en los altibajos vividos hasta el momento en el negocio: “Es muy difícil planificarse. Nunca antes había vivido una situación en la que en una semana tenía mucho trabajo y otra semana nada. La situación está impredecible. Y nosotros aguantamos esos tirones mejor porque somos dos personas en el taller, pero otros compañeros de la zona con cuatro o cinco empleados lo están pasando peor, porque además cuando llegan esos picos de trabajo el cliente no está por norma general dispuesto a esperar y es facturación que se pierde…”. De la situación en 2022: “Soy positivo, hemos tenido situaciones peores y hemos salido. Está complicado, pero va a mejorar”.
“Es muy difícil planificarse. Nunca antes había vivido una situación en la que en una semana tenía mucho trabajo y otra semana nada. La situación está impredecible”. Rafa Romero (Rafa Romero Electromecánica, Córdoba)
Salvador Ruiz (Autotecnic Salva, Murcia) estaba de acuerdo con el planteamiento: “A comienzos de mes la actividad empieza bien, pero a final de mes baja de forma considerable”. Hablaba de la pandemia como motivo fundamental: “Hay mucha incertidumbre, la gente tiene miedo y aunque tenga dinero lo guarda. Esto no deja de ser una cuestión de confianza en la economía que cada familia tenga y en este sentido la pandemia ha hecho daño: se alargan los mantenimientos, cosas que deben arreglarse no se hacen porque prefieren esperar o simplemente no se lo pueden permitir…”. Situaciones que desde su punto de vista no auguran nada bueno para el año 2022: “Con la especulación que se está viviendo en torno a los precios de los recambios, la falta de material por los problemas de suministro, las subidas de la energía… las perspectivas no son las mejores”. “Da un poco de miedo”, reconocía, “pero no nos queda otra que afrontarlo como podamos”.
César Catalán (El Taller, Castellón) también hablaba de incertidumbre, pero no en relación a la actividad del taller: “En esta zona, que es muy industrial, trabajo no nos va a faltar”. Hablaba más bien de la percepción de los usuarios en relación a lo que hacer con sus vehículos: “Se está demonizando el diésel, no se sabe qué va a pasar con las tecnologías de combustión, y la gente no sabe si esperar para comprar un coche, si hacerlo ya, si comprar eléctrico… Veo el futuro muy en el aire en este sentido”.
Una situación que a José García (Talleres Fontarrón, Madrid) le afectaba de lleno ya. Y es que a pesar de no haber sufrido grandes altibajos en su negocio y de tener trabajo, se mostraba preocupado: “Veo el futuro bastante negro”, afirmaba, haciendo alusión a la ubicación de su taller, en pleno Madrid 360 -la zona de limitación a la circulación de la capital-, para explicar su inquietud: “Tenderán a retirarse los vehículos más antiguos porque no van a poder circular y es algo que nos perjudicará”. Coches nuevos en garantía que durante los primeros años pasarán menos por el taller independiente, por no hablar de la posible potenciación desde las administraciones de vehículos alternativos… Una situación que sin embargo ya les afecta hoy: “Reparaciones grandes se dejan de hacer porque el usuario considera que no compensa. Cambian de coche y listo. Esto nos preocupa…”.
De lo que hacer para adaptarse, daba dos claves. La primera es la formación en las nuevas tecnologías que están llegando. La segunda tiene que ver con la realidad de los talleres de menor tamaño: “Estoy seguro de que el futuro para los talleres pequeños pasará por la especialización, al menos al principio, en algunas de estas motorizaciones: híbridos, eléctricos…”. Y explicaba por qué: “Va a haber que invertir en maquinaria y eso para los negocios pequeños va a ser muy complicado de afrontar”. Con la adaptación de los vehículos a GLP han dado en su caso el primer paso…
“Estoy seguro de que el futuro para los talleres pequeños pasará por la especialización, al menos al principio, en algunas de estas motorizaciones: híbridos, eléctricos… Va a haber que invertir en maquinaria y eso para los negocios pequeños va a ser muy complicado de afrontar”. José García (Talleres Fontarrón, Madrid)
Salvador Ruiz (Autotecnic Salva, Murcia) intervenía para añadir una reflexión interesante: “Lo que tenemos que tener claro es hacia dónde van las motorizaciones y ni siquiera los Gobiernos lo saben. Primero nos metieron el híbrido, luego dijeron que en unos años tampoco circularían; se habla del eléctrico, del hidrógeno… No sabemos el camino que va a tomar la automoción, así que creo que es arriesgado apostar por una vía -refiriéndose por especializarse en una sola tecnología-. En esta zona además tampoco tenemos volumen para poder hacerlo, así que lo que tenemos que hacer es ir poco a poco adaptándonos”.
Volvía a intervenir el reparador madrileño para poner encima de la mesa su condición particular: “Pero es que a vosotros no os afecta la limitación de la circulación como a nosotros… Tienes razón en que aún no se sabe hacia dónde irá todo, pero es que nosotros nos urge esa adaptación más que al resto”. Y el resto asentía con la cabeza…
“A nosotros por ejemplo”, tomaba la palabra de nuevo el empresario murciano, “nos afectan más a día de hoy los problemas de suministro que está habiendo: la falta de servicio”. Quedaba claro que cada zona es un mundo…
Antes de que el periodista lanzara otra pregunta, Rafa Romero (Rafa Romero Electromecánica, Córdoba) pedía la palabra para para tratar de ayudar a su compañero exponiendo una práctica que en su negocio funcionaba y que de algún modo servía para hacer del problema una oportunidad: “Cuando un cliente dice que ‘tira’ su coche nosotros le ofrecemos lo mínimo que podemos, lo arreglamos en nuestros ratos libres y lo vendemos. Nos funciona muy bien”. Pero es algo que no podía trasladarse a la situación concreta del taller madrileño: “Porque ese coche no le vale al cliente, pero tampoco a nosotros. El problema es que no va a poder circular, no podemos enfocar el negocio por ahí…”.
Joan Rubí, director de la red Magneti Marelli Checkstar, que había permanecido muy atento a lo que comentaban los reparadores, zanjaba el asunto recogiendo en cierto modo todo lo expuesto hasta el momento para poner encima de la mesa su reflexión: “No sé si influye en mi caso llevar tantos años en el sector, pero este cambio en la tecnología no me preocupa. Recuerdo cuando llegaban los primeros coches de inyección y los mirábamos como al coco. Pero nos adaptamos. Hoy un coche con electrónica aplicada a la carburación no nos preocupa… La transición tecnológica no va a ser un problema, porque será un cambio gradual, el único problema puede llegar si nos obligan a cambiar ya los coches que circulan, eso sí puede generarnos problemas”.
“La transición tecnológica no va a ser un problema, porque será un cambio gradual, el único problema puede llegar si nos obligan a cambiar ya los coches que circulan, eso sí puede generarnos problemas”. Joan Rubí Magneti Marelli Checkstar