Una estancia de apenas 35 metros, sin la ventilación ni los recursos necesarios. No será el único al que le habrá ocurrido; a la vista está que las consecuencias pueden ser dramáticas.
“Probablemente el garaje no tenía ventilación, el automovilista no estaba convenientemente equipado con mono de trabajo y mascarilla, quizás había algún problema de salud previo…”, destacan desde Certified First en su blog.
“Desconocemos lo que ocurrió exactamente, pero una cosa está clara: se podría haber evitado”, concluyen.
Con la entrada en su blog tratan de disuadir a los usuarios de llevar a cabo ideas como esta: “Piensa que para pintar el coche se utilizan agentes químicos que pueden poner en peligro tu propia salud. Confía tu vehículo a un taller de chapa y pintura profesional, donde los pintores y chapistas están formados y disponen del equipo y materiales adecuados”. Estamos completamente de acuerdo…