Los dueños de un coche y dos empleados de un taller mecánico de Vilafranca (Barcelona) han sido condenados a penas de hasta dos años de cárcel por agredirse unos a otros durante una discusión por la reparación del vehículo. En la riña hubo gritos, empujones, cabezazos, puñetazos y patadas y dos de los implicaciones sufrieron lesiones y precisaron asistencia médica, tal y como informan desde el Diario de Mallorca.
La sentencia de un juzgado de lo penal ya confirmada por la Audiencia Provincial, señala que los hechos ocurrieron poco antes de las cinco de la tarde del 21 de agosto de 2019 en un taller mecánico en Vilafranca, Barcelona. Una pareja había llevado su coche días antes para reparar una avería, pero no había quedado satisfecha con el resultado.
El medio relata que el dueño del automóvil exigió que le dieran una factura, pero el encargado del taller le dijo que no se la iba a dar. El cliente anunció entonces que presentaría una denuncia porque consideraba deficiente la reparación y comenzó ahí una discusión que fue subiendo de tono hasta que llegaron a las manos.
Agresiones…
El propietario del automóvil, tras hacer varios aspavientos con las manos, acabó empujando al dueño del negocio. Este respondió dándole un cabezazo en la nariz, fracturándole los huesos.
En la cabina de pintura del taller se encontraba un trabajador, que al escuchar la pelea se interpuso entre los contendientes. El dueño del coche le dio un puñetazo en la cara y dio entonces media vuelta para marcharse. Cuando lo hizo, recibió un golpe muy fuerte en la nuca por parte del empleado, que lo tiró al suelo.
El cliente padeció lesiones en las cervicales. Tuvo que llevar un collarín, que ser atendido en otorrinolaringología y traumatología y estuvo un mes y media de baja. El trabajador, por su parte, tuvo que ser atendido por heridas en la mandíbula de las que se recuperó en cuatro días.
La mujer que había ido también al taller para reclamar esperó fuera, pero entró al ver la pelea y dio varios golpes y patadas al dueño y el trabajador del taller.
Condenas para todos…
La riña provocó un cruce de denuncias. Un juzgado de instrucción de Manacor abrió diligencias y el caso desembocó en un juicio penal. Tras el juicio, la magistrada condenó a los cuatro implicados, aunque les impuso diferentes condenas.
El dueño y el trabajador del taller fueron los peor parados en la sentencia. La jueza les declaró autores de un delito de lesiones y les impuso sendas penas de dos años de prisión. Al dueño del coche le impuso una multa de 900 euros por un delito de leve de lesiones y a la mujer, otra de 300 como autora de dos delitos de malos tratos. A todos los procesados les impuso el pago de las costas judiciales a partes iguales.
El propietario del negocio y su empleado recurrieron esta decisión ante la Audiencia Provincial de Palma. En sus recursos, reclamaban la absolución al considerar que la magistrada no había valorado adecuadamente las pruebas o, en su defecto, una condena menor.
El tribunal de la sección segunda, sin embargo, ha rechazado todos sus argumentos y ha confirmado la sentencia del juzgado de lo penal de Palma. La decisión todavía puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo.