La huelga indefinida de transportistas convocada por la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera, por el aumento de precios de los carburantes, ya ha superado la semana de duración. Ante la previsión de que se alargue en el tiempo, y vistas las consecuencias que el parón está teniendo en diferentes sectores, la patronal de concesionarios, Faconauto, ha señalado las dificultades que esta situación está suponiendo también para el sector del automóvil. Ha llamado a la urgencia de buscar soluciones a la situación de los transportistas para que la huelga termine y que la distribución y reparación de vehículos no se siga resintiendo.
En primer lugar, la patronal ha comunicado que dicha huelga “está interfiriendo en la actividad de los concesionarios”, especialmente en lo que a piezas se refiere. “Esto está impidiendo el desarrollo normal del trabajo en sus talleres”, y añade que, por el parón también “se está agudizando el retraso generalizado en el aprovisionamiento de vehículos”.
En segundo lugar, ha hecho referencia a los perjuicios económicos que el parón está teniendo para el mercado del sector. “Esta situación representa una nueva amenaza en la recuperación del mercado de la automoción, muy afectado ya por la falta de stock y por la incertidumbre del consumidor”.
Asimismo, Faconauto, a pesar de creer en la legitimidad de la huelga, ha llamado a la llegada a “un acuerdo que frene el deterioro del conflicto y su ya notable impacto en la actividad económica”.
En su opinión, el conflicto actual con los transportistas, es síntoma del aumento que desde hace años se viene realizando de los costes fiscales y laborales. Unos costes que han cargado en exceso la cuenta de resultados de las pymes, y que, recalca, “en el desfavorable contexto actual, les impide soportar estos costes para seguir siendo empresas competitivas”.
Gerardo Pérez, presidente de Faconauto ha apuntado que “es urgente que, desde el diálogo y el consenso, se busquen soluciones para que acabe la huelga de transportistas. Revertir el alto precio de los carburantes es una decisión estructural de país en estos momentos, particularmente para sectores como el del transporte, el pesquero o el agrícola, pero también para el sector de los concesionarios, que se ve doblemente impactado, por la falta de piezas y de vehículos, y porque el precio de los carburantes está disuadiendo a muchos compradores de cambiar de coche”.