El consultor Víctor Gámez (Boxes Consulting) hablaba sin tapujos durante la tertulia de El Club de la Carrocería (puedes ir a su sección propia de La Comunidad del Taller pinchando aquí) de lo que considera como una mentira que por repetida muchas veces se ha convertido en una verdad sin contrastar: “Cuando se habla de las compañías y de su poder de redireccionamiento… por lo que he visto yo, no es tal. La gente se cree que las aseguradoras son capaces de coger a los clientes y ponerlos donde quieren y eso es… ¡falso!”.
Si eres más de pódcast y prefieres escuchar esta parte de la tertulia, puedes hacerlo aquí:
Y sigue: “Realmente cuando uno pacta con la compañía lo que está haciendo es darle un 10% sobre sus propios clientes, porque seguramente no va a coger ningún cliente nuevo”. “Pero lo más gracioso”, sigue Gámez, “es que la compañía te exige una serie de servicios que utiliza para intentar el redireccionamiento. O sea, que al final ese redireccionamiento lo estás pagando tú”. Análisis interesante y que no deja de poner encima de la mesa una situación curiosa: “Si realmente nos parásemos a analizar las cosas, es ridículo”.
“Hay compañías que tienen un 5% de mercado… ¿de qué redireccionamiento me estás hablando?”, se pregunta de forma retórica: “Si tienen 11.000 facturas todos los meses, con 11.000 CIF”.
Y ahonda en el asunto, para tratar de hacer reflexionar a los profesionales del sector: “El primer criterio para elegir taller es la confianza, el segundo es la cercanía: la ubicación. Alguien de Motilla del Palancar no va a reparar a Cuenca, y alguien de San Sebastián de los Reyes no va a Fuenlabrada, ni a Madrid, repara en su casa… Entonces, desde ese punto de vista, ¿por qué hay tantos talleres de carrocería? Porque son necesarios”.
Una visión que sin duda da para debate.