Carlos Verdejo, gerente de Talleres Vertrisa en Coslada (Madrid), ha vuelto a publicar un video en su canal de YouTube contando su última experiencia en su taller con un perito de la compañía Catalana Accidente. En este caso, narra “una peculiaridad que creo que debéis conocer”: el interés del perito de mediar entre el cliente y el taller, algo que asegura que es la primera vez que le ocurre.
El taller de Carlos es independiente, con un precio de mano de obra y manera de trabajar determinados, algo que no parecía importarle al perito, que después de hacer la peritación le comenta: “Pues lo siento mucho, pero te voy a tasar sin compromiso de pago y no toques el coche hasta que yo te diga, porque como tienen que ponerse de acuerdo mi compañía y la contraria, puede que tarde entre unos quince y veinte días”.
Una vez el perito ya se había ido, “no pasan ni diez minutos de reloj”, y el cliente de Carlos Verdejo, de confianza por llevar yendo al taller durante varios años, le cuenta lo que le había pasado. Le había llamado el perito para decirle que “no deje en Vertrisa el coche para reparar porque no es un taller de fiar, no tiene acuerdo con ninguna compañía aseguradora”.
“¿Es que para reparar el coche de un perjudicado hay que tener acuerdo con la compañía?”, se pregunta irónicamente Carlos, y responde inmediata y tajantemente: “Pues no hay que tenerlo. Tú puedes ser un taller libre perfectamente y reparar para la compañía aseguradora o para tu cliente, que para quien realmente reparas es para tu cliente”.
Pero esta, aunque fue la primera vez que el perito llamó al cliente, no fue la última. Lo hizo en al menos tres ocasiones más y volvió al taller madrileño para contarle a su gerente lo que supuestamente había pedido el cliente: que el vehículo saliera del taller porque no quería que se reparara en Vertrisa. “Eso es falso, Carlos. Yo no voy a sacar el coche del taller, el coche se repara en Vertrisa, porque es mi derecho elegir taller”, dice el cliente.
Y es que, tal y como afirma Carlos Verdejo, el cliente había hecho el parte amistoso y tenía firmada una póliza de seguro a todo riesgo con cláusula de libre elección de taller, por lo que “está en todo su derecho de reparar en el taller que quiera. O sea que, si quiere reparar aquí, va a reparar aquí. Quiera el perito o no quiera”.
De todo lo ocurrido, a Carlos le extraña el empeño del perito en contactar con el cliente y mediar entre el perjudicado en el siniestro y el taller, algo que al gerente es la primera vez que ocurre y que es opuesto a lo que le suele ocurrir. Según explica, por norma general, los peritos evitan el contacto con el cliente; de hecho, en varias ocasiones, los peritos han rechazado ir a peritar un coche a su taller con el cliente delante. “No entiendo esta insistencia. Esto es coacción. Me suena rarísimo”. Y tras reflexionar sobre lo ocurrido se plantea una conclusión: “Se ve que ahora el trabajo de los peritos es también intentar desviar los coches y llevarlos a no sé qué talleres. No sé si de interés de la compañía o del perito”, expresa con cierta indignación.
¿De quince a veinte días?
Después de que el perito le pidiera a Vertrisa que no empezara a reparar el coche en cuestión hasta que las compañías implicadas se pusieran de acuerdo en unos quince o veinte días, Carlos ha publicado otro vídeo en YouTube mostrando cómo esas dos semanas de espera han quedado reducidas a apenas una. Y es que, el taller, pocos días después de recibir el coche, ya ha comenzado a repararlo, -ya estaba desmontado y con el listado de piezas y pedido de recambio hecho-. “Y vamos a continuar con la reparación. Como os dije, el coche se repara aquí” concluye Verdejo satisfecho.
Después de contar su experiencia el gerente de Vertrisa no ha dudado en brindar su ayuda a quienes como él, se enfrentan a situaciones injustas y a presiones por parte de las aseguradoras.
En respuesta a Anónimo: Pues esa práctica va en contra de la supuesta independencia que debe tener cualquier perito (no sólo en el ámbito del automóvil, si no en cualquier otro.) ya que su función es valorar y dar el justiprecio de la reparación sin influencia ni coacción de un tercero. El dónde y el cuando se repara es cuestión del cliente y la aseguradora si quieren discutirlo.
Como antiguo esclavo de la citada compañía aseguradora, solo puedo decir que es una práctica habitual de la compañía, quien incluso obliga ir a ver el vehículo al domicilio del cliente para luego derivar los coches a los talleres concertados. Dicha derivación es una exigencia de la compañía, la cual mide la tasa de derivación que realiza el perito, para darle más o menos trabajo. Además por todo ello el perito también recibe una limosna económica.