Los talleres de Cantabria siguen sufriendo las consecuencias de la falta de recambios: la acumulación de trabajo en el taller y el disgusto de sus clientes, que se quedan sin coche durante más tiempo del que les gustaría. Y es que, como ha señalado uno de estos negocios en una entrevista en Cadena Cope, la falta de piezas les impide terminar las reparaciones, alargando esto los tiempos de entrega y las listas de espera en estos negocios.
El taller cántabro señalaba que, a diferencia de lo que ocurre con las piezas mecánicas, el tipo de componentes que más suelen tardar en llegar son los eléctricos y que la situación es más grave todavía con algunas marcas concretas.
Los coches bloqueados y parados en los talleres son ahora habituales en estos negocios. Una situación que los reparadores no saben cómo remediar, pero que les trastoca los tiempos de reparación y les obliga, en muchos casos, incluso a perder dinero, sobre todo en el caso de los talleres más pequeños. Y es que, para una reparación que antes se tardaba un día, ahora se necesitan incluso semanas porque las piezas no llegan rápido.
Sin embargo, en la entrevista el profesional dejaba claro que los más perjudicados de esta situación son los clientes, que tienen su coche parado en el taller a pesar de necesitarlo para moverse en su día a día, e incluso en su seguridad: “mi clienta tenía que pasar la ITV, pero no le funcionaba el elevalunas y como no había plazo de entrega de la pieza para arreglarlo ni en Europa ni en Corea, se vio en la tesitura de tener que circular sin ITV”.