La fiscalidad que ofrece España a los eléctricos no ayuda a su despegue en el país. Así lo señala Transport & Environment (T&E) a partir de su informe ‘The good tax guide’ recogido por Faconauto.
Esto ocurre después de que el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo hayan acordado que la venta de vehículos con motores de combustión queda prohibida a partir de 2035 en Europa, aunque el pacto aún debe ser aprobado por los veintisiete y por el pleno de la Eurocámara.
La compañía cree que las medidas económicas tomadas por el Gobienro de España son “unas de las peores de Europa” por no aportar ventajas suficientes como para que los usuarios se animen a comprar este tipo de vehículos. Es más, tal y como apunta en el informe, en el país se ofrecen “más ventajas” para la compra de vehículos contaminantes que a la de coches eléctricos.
T&E ha señalado que España ocupa el puesto número 23 de los 31 países europeos en la adopción de coches eléctricos de batería, por detrás de Italia, Francia y Portugal. Algo que se debe, según han destacado, al “anticuado” régimen fiscal que contradice “su ambición de ser un país moderno”.
Para solventar la situación, desde la compañía han recomendado a España reformar la fiscalidad de los automóviles y considera que el Gobierno debe adecuar estos gravámenes a la situación actual. Y es que a la “mala fiscalidad” de España también se le une que es uno de los países menos desarrollados en infraestructuras de recarga, según mostraba el informe eReadiness 2022, elaborado por Strategy&, la consultora estratégica de PwC, lo que podría estar limitando el crecimiento de los vehículos eléctricos a nivel nacional.