El proyecto que Tesla comenzó a trazar hace tres años se hace realidad. Con sede en la Electric Avenue de Sparks, Nevada, EE.UU, la denominada ‘Gigafactory’ ya produce de manera masiva baterías de ion-litio, que inicialmente alimentarán productos como el Powerwall 2, Powerpack 2 y el Modelo 3, tal y como informan desde ElEconomista.es.
Con una inversión de 5.000 millones de dólares (4.760 millones de euros), desde el pasado mes de diciembre más de 2.900 personas trabajan ya en la megafábrica de Tesla de la que solo se ha construido hasta la fecha un 30% esperando que alcance su pleno rendimiento entre 2018 y 2020. Fecha para que el fabricante estima que la planta final equivalga a la superficie de 107 campos de fútbol americano y genere al menos 35 gigavatios hora en baterías cada año que producirán los 6.500 empleados a tiempo completo que pretende incorporar para entonces (ya planea sumar este año 4.000 puestos más), asegurando poder llegar a duplicar la capacidad de producción mundial de baterías ion-litio. De momento ya ha informado del inicio de la producción de baterías para el primer automóvil eléctrico de la compañía para el mercado masivo, el Modelo 3, cuyo coste mínimo se sitúa en los 35.000 dólares (32. 980 euros), y que se iniciará en el segundo trimestre de 2017.
Un ambicioso proyecto con el que Elon Musk, fundador de Tesla, busca reforzar en suelo estadounidense una industria que hasta ahora ha estado dominada por China, Japón y Corea del Sur, según recoge ElEconomista.es. En esta línea, un informe elaborado por la consultora Navigant Research señala que Tesla será el principal responsable de que las ventas de baterías para coches eléctricos vayan a registrar este año un crecimiento aproximado del 60% con un impacto evidente tanto en el mercado de coches eléctricos como en el de las baterías.