Después de realizar las diferentes verificaciones y escalar la anomalía a Fábrica, se ha detectado que el problema real no se debe a un fallo de la propia resistencia, si no del impulsor de aire al habitáculo (GMV).
Este problema viene ocasionado debido a que el ventilador GMV está funcionando de una manera forzada, y esto puede ocurrir por diferentes situaciones:
- Filtro de habitáculo saturado o húmedo a causa de la entrada de agua.
- Rodamientos del impulsor de aire (GMV) dañados a causa de la entrada de agua, lo cual provoca que el ventilador gire con dificultad y se produzca un sobrecalentamiento del motor.
- Los problemas de entrada de agua al conjunto filtro/GMV, se produce por el bloqueo por suciedad de los desagües.
Si al verificar las clavijas de la resistencia observamos que están azuladas, podemos constatar que la pieza ha sufrido una sobrecarga por los motivos antes descritos, y en ningún caso el fallo del producto se ha debido a un defecto de fabricación.
Es de vital importancia mantener un ajuste correcto de las diferentes tapas y gomas de estanqueidad, así como evitar que los drenajes del conjunto filtro de habitáculo/GMV se obstruyan con suciedad (por ejemplo, hojas, insectos, plumas, tierra…).
En la imagen se muestra como el drenaje está obstruido, lo que ha provocado que se moje el filtro de habitáculo.
Verificar que no haya óxido en el GMV, y comprobar que el movimiento de las aspas, el giro sea suave y sin resistencia. En los casos de oxidación de los rodamientos, podemos ver que el giro no es suave y opone resistencia. Cuando se producen estos casos, el giro forzado del GMV hace que se sobrecaliente en exceso el motor, dañando irremediablemente la resistencia.