Tras la declaración del estado de alarma, “es evidente que la mejor forma de colaborar con las autoridades, en el objetivo común de frenar la expansión del coronavirus, es limitar al máximo la circulación de personas y vehículos”. Además, desde el grupo de distribución Serca, se considera que “salvo alguna actividad muy residual en talleres, y de carácter decreciente”, no va a ser posible llevar a cabo el “ejercicio normal” de la “actividad empresarial”… En consecuencia, “la posición del Consejo de Administración de Serca es la de recomendar el cese de todas las operaciones propias de la distribución del grupo”. Aunque abren la posibilidad de dedicar “algunos recursos a tareas de organización, mantenimiento interno y atención a las urgencias necesarias para atender servicios básicos y esenciales para la comunidad”.
Una decisión que sin embargo no es vinculante, ni siquiera para los mismos miembros del Consejo de Administración de Serca. Porque si bien socios como Reynasa se limitan a establecer unos servicios mínimos, con dos personas en el call center y otras dos en el almacén, en otros, como Recambios Segorbe, permanecerán activos sus canales de venta por teléfono, mail o comercio electrónico, manteniendo la actividad de reparto, “por responsabilidad con el sector”.