Los retrasos en la fabricación de coches nuevos y el temor de los usuarios a una recesión económica están provocando que cada vez tiendan más a alargar la vida útil de sus vehículos. Esto incrementa la actividad de los talleres, lo que debería ser una buena noticia para ellos. Pero lo cierto es que, con la falta de mano de obra cualificada en el sector, esta demanda les sobrepasa en muchos casos. De hecho, el sector calcula que en Alicante hacen falta unos mil mecánicos para poder hacer frente a toda la actividad, pero los talleres no encuentran profesionales…
Son diferentes los factores que influyen en que muchos usuarios hayan pospuesto su decisión de hacerse con un vehículo nuevo: el tiempo medio de espera para adquirir un coche nuevo se sitúa en los seis meses; la incertidumbre económica y la inflación; dudas a la hora de elegir un vehículo de combustión o eléctrico…
El resultado de esta situación es que el parque móvil es cada vez más viejo y sufre averías más frecuentemente, por lo que la actividad de los talleres crece. No obstante, la situación realmente es un desafío para los negocios: Cifras de Conepa muestran que en el primer semestre la facturación de los talleres creció un 7%, hasta situarse en los 6.330 millones de euros, pero que sus ganancias son menores, ya que contienen sus precios a pesar de que sus costes en recambios, neumáticos y materiales de pintura son cada vez más caros.
“Los talleres trabajan y facturan más, pero ganan menos, lo que representa una amenaza en momentos en los que son necesarias inversiones constantes en equipamiento y formación”, resalta Víctor Ribera, secretario general de Conepa.
Por su parte, el presidente de Atayapa, la asociación de talleres de Alicante, Guillermo Moreno, señala que, aunque el trabajo de los talleres ha aumentado en los últimos tiempos, están teniendo serias dificultades para atenderlo debido a la falta de personal. Para Moreno el problema está en que “en la peor etapa del confinamiento se tuvo que prescindir de gente que luego no ha regresado al haberse buscado la vida en otros sectores”. Se calcula que, como mínimo, los 1.100 talleres de la provincia precisan de unos mil operarios, “y eso que nosotros estamos intentando formar a gente y colaboramos con la FP continua”, lamenta.
Alejandro Rico, gerente de un taller en Alicante, afirma que “ahora mismo hay mucha demanda de mecánicos que hayan actualizado sus conocimientos. Además hay que tener vocación, porque es un trabajo duro”. Los talleres de Alicante denuncian que las dificultades para encontrar profesionales y recambios están provocando retrasos en las reparaciones y la “saturación” de sus negocios.